Ladrón de todoMuestra

Escrito por Anna, 19 años, de Shawnee, Kansas, EE. UU.

Hace poco se estrenó la película de uno de mis libros favoritos que leí hace años. Emocionada, me senté a ver la película, pero todo el tiempo me encontraba comparando la película con el libro original. Con estos pensamientos en mi mente, no pude disfrutar de la función.

La comparación no solo se da entre libros y películas, sino también con nosotros mismos y con los demás. Pablo nos dice en 2 Corintios que cuando nos comparamos con otros, podemos sentirnos orgullosos porque pensamos que somos mejores que ellos. Pero, este tipo de orgullo no es lo mejor para nosotros ni para los demás. Por otro lado, no debemos hacer de los demás nuestra medida, haciéndonos sentir fracasados en comparación con ellos. No tienes que comparar tu vida con los logros de los demás. Este tipo de comparación no es lo mejor para ti ni para los demás.

Para evitar este tipo de comparación, hazte continuamente esta pregunta: ¿Cómo refleja mi vida a Dios de manera única al mundo que me rodea?