Ladrón de todoMuestra

Hay una razón por la que a menudo se describe a los celos como un monstruo. Si se lo permites, los celos empiezan como algo sin importancia, pero acaban convirtiéndose en ira, palabras que no puedes retirar, sentimientos heridos y malas actitudes. Los celos pueden hacerte dudar de ti mismo, perder la confianza en tus amistades y tratar mal a las personas que te importan. Es mejor mantenerlos bajo control buscando cosas en tu propia vida por las que estar agradecido en lugar de ver cosas en la vida de los demás por las que sentir celos.

Hoy, identifica tres cosas por las que estás agradecido en tu propia vida, y elige dar gracias a Dios por ellas a lo largo del día.