Lugares dónde ser testigos (Parte 2)

“Pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes; y serán mis testigos, y le hablarán a la gente acerca de mí en todas partes: en Jerusalén, por toda Judea, en Samaria y hasta los lugares más lejanos de la tierra" (Hechos‬ ‭1‬:‭8‬)

Jesús instruyó a Sus discípulos a ser testigos en Jerusalén y Judea, mas el llamado no terminó ahí. Millones de personas fuera de nuestra comunidad nunca han escuchado las Buenas Noticias y es nuestro llamado como Iglesia alcanzarlos.

Samaria: En su gran mayoría la población era mestiza con la cual los judios no tenían relación alguna. Acá es donde los discípulos se vieron en un dilema porque para los judios los Samaritanos no merecían el Reino de Dios, para ellos eran personas despreciables que ni siquiera merecían verles a los ojos. El Señor les dijo: aquellos que ustedes desprecian, aquellos que ustedes consideran sus enemigos, aquellos que ustedes consideran que no merecen el Reino de Dios, a ellos quiero que les prediquen también. Cristo murió por todos y ese “todos” incluye también a nuestros enemigos y a aquellos que con nuestra mente finita y natural pensamos que no merecen el Reino de Dios. ¿Qué nos hace pensar que somos diferentes? Nosotros tampoco merecíamos el rescate de nuestras almas pero gracias al Señor, y sólo a Él, tenemos perdón y salvación.

En las escrituras vimos a Cristo buscar a Saulo, un perseguidor de la iglesia, y lo convirtió en un fiel testigo que predicó por todo el mundo. Esto es lo que tiene que estar en nuestros corazones al compartir el Evangelio, no mirar su pecado o su trasfondo, sino su corazón que necesita de Cristo. Nosotros podemos ser el canal por el cual el Señor se revele a sus vidas y las transforme como un día lo hizo con las nuestras. Si te parece imposible hacer esto busca la llenura del Espíritu Santo verás cómo todo cambiará.

Hasta lo último de la tierra: El Poder que nos da el Espíritu Santo es para ir más allá de lo pensado, nos capacita para poder ser testigos en tierras que desconocemos, con otro idioma, otra cultura, otras tradiciones. Para los discípulos ir más allá de lo conocido podría significar peligro de muerte. Hay una frase muy popular: “Más vale malo conocido, que bueno por conocer”. Esto se introdujo tanto en nuestras mentes que tenemos miedo de conocer lo que Dios tiene para nosotros más allá de lo conocido.

La diferencia es que Dios sí nos llama a lo desconocido, a ver lo que está más allá de nuestro entorno. Si estás sintiendo que Dios te está llamando más allá de lo conocido, te invito a que te animes hacerlo. Llevar el Evangelio a lo desconocido es todo un desafío; pero si es el mismo Dios quien te está llamando no tengas miedo, ni dudes de que Él te sostendrá para que puedas cumplir con la gran tarea de que hasta el último escuche el mensaje de Salvación.

Seamos esos testigos que van más allá de lo que conocen y alcancen a aquellos que no han sido alcanzadas, cueste lo que cueste con tal de llegar a esas personas. Que el fuego por la misión pueda arder en tu corazón y pueda desafiarte a predicar el Evangelio en tu ciudad, en tu país y hasta lo último de la tierra. Que el fuego del Espíritu Santo se extienda y contagie a otros para que todos conozcan esta salvación tan grande que Cristo nos vino a regalar.

Reflexiona/Acciona

1- ¿Cómo puedes contribuir para que tu iglesia cumpla la gran comisión?

2- ¿Cómo puedes usar tus redes para esparcir el Evangelio a todo el mundo?

3- Ora y pídele a Dios que te ayude a ser un testigo fiel en todo lugar.