El Padre Se Alegra Por TiMuestra

Salmo 131:1-3

SEÑOR, yo no soy orgulloso ni me las doy de importante; no pretendo hacer maravillas ni me preocupo por hacer lo que me es imposible realizar. Al contrario, estoy tranquilo y tan calmado como un niño recién amamantado que está en brazos de su mamá. Estoy tan feliz como un niño recién amamantado.

Cuando un bebé está en los brazos de su mamá o su papá, no hay logros importantes del bebé. ¿A qué me refiero? El bebé está allí, no sabe que papá o mamá están orgullosos, cualquier cosa grande o pequeña puede ser considerado un motivo para reír, para impresionarte, aplaudir o dar ternura.

De hecho, se considera "grande" o "increíble" todo acto de un bebé, si así su padre lo declara.

Todos sabemos que fue solo "algo insignificante" pero para papá es uno de los milagros que regala Dios.

Creo que Dios siente lo mismo cuando nos mira. Dios mira a una niña/o que está en Sus brazos, confiada/o, que lo tiene todo, solo falta algún movimiento para que Dios mismo me alimente, me cargue y me abrace.

Dios lo hace todo.

Literalmente un bebé no se preocupa si habrá comida o no, si tendrá ropa o no, si tendrá abrigo o no.

Solo sabe que papa está allí.

No hace falta nada, ya está en los brazos de papa.

Me sorprende que el versículo 1 dice:

"SEÑOR, yo no soy orgulloso ni me las doy de importante".

¿Por qué? Tengo toda la atención de papá, ¿para que quisiera ser el más importante?, ¿qué más le añado a mi currículum, para que Papá Dios me considere Su hijo?

"No pretendo hacer maravillas".
No estoy haciendo algo que se pueda considerar una hazaña, pero Papá lo ve así, Papá ve maravillas en los pocos pasos que doy, Papá ve hazañas cuando conozco algo nuevo, sonríe cuando yo sonrió.

"Ni me preocupo por hacer lo que me es imposible realizar". Lo imposible se lo dejo a Él, los bebés miran a su papá y le dicen "tú"... Luego señalan un objeto, y mueven la mano de su papá hasta el objeto, como diciendo: "Yo no puedo... pero hazlo tú".

Lo imposible lo hace Papá.

Él me lo da, desde Su mano, y cuida de mí mientras lo tomo.

Ahora no soy un bebé, pero tal vez Papá Celestial quiere que recuerde, que así como me cuidó de bebé, lo hará ahora, celebrará cada paso, aun cuando sepa que son pequeños, me felicitará por los logros obtenidos. Aunque no sean maravillas, y me ayudará cuado lo imposible esté frente a mí. Y me dirá: "Si quieres lo hago por ti".

Tal vez escuches la voz de tu Padre:

"En mis brazos estás. Aquí tienes todo, tienes amor, paz, consuelo, gozo, fuerza, fe, provisión. Estás grande, pero aún estoy contigo, ayudándote, mostrándote mi favor. Calma tu alma, aquiétala y descansa así como lo haría un bebé".