¡Espera en Dios!Muestra

¿Cuál es el cimiento de la esperanza?

Para que nuestra esperanza sea sólida, debe tener un sólido cimiento. Según el Apóstol Pablo, nuestra esperanza es dada por Dios a través de la gracia. Si Él no fuese un Dios de gracia, nosotros no seríamos un pueblo de esperanza. Podríamos tener deseos y pensamientos positivos sobre el futuro, pero no tendríamos una esperanza fuerte y confiada. Pablo no solamente está hablando de la humanidad en general, sino también de “nosotros”. ¿A quién ha dado Dios “buena esperanza por la gracia”? (2 Tesalonicenses 2:16 RVC). A todas las personas que se han rendido al señorío de Jesucristo y descansan en el amor y paternal cuidado de Dios. Estas son las personas que llaman a Jesús “nuestro Señor Jesucristo” y a Dios “nuestro Padre”. Ellos han experimentado la gracia de Dios en la salvación, como se explica en los versículos 13 y 14: “que desde el principio Dios los haya escogido para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad. A esto los llamó por medio de nuestro evangelio, para que alcanzaran la gloria de nuestro Señor Jesucristo”. La gran obra de salvación de Dios en nuestras vidas es el fundamento de nuestra “buena esperanza”.