[Descubre los tesoros del Salmo 23] Aguas de reposoMuestra

Descansa

El Salmo 23 es un canto en el que David plasma cómo percibe su relación con Dios. Presenta la perspectiva de una oveja que habla del Buen Pastor que cuida de ella. El Pastor es una representación de Dios.

Al estudiar los versículos del salmo, frase por frase, encontramos un significado mayor que el que podemos leer a primera vista. Así, en el primer versículo, David nos presenta al Gran Pastor, al Dios único, en quien David puede confiar plenamente. David sabe que, independientemente de las circunstancias, nunca le faltará nada bajo su cuidado.

En los versículos del 2 al 6, David nos cuenta lo que el Pastor provee para él. Empecemos leyendo la primera parte del versículo 2: «Me hace descansar en verdes pastos».

Me hace: En hebreo, esta frase no se refiere a forzar u obligar. Más bien, el Pastor provoca y crea las circunstancias en las que las ovejas pueden descansar; conduce a las ovejas hacia allí y a que deseen descansar. El Pastor sabe que debe encontrar el lugar adecuado para que las ovejas descansen, se refresquen y se restauren. Las ovejas no siguen ni confían en una persona a la que no conocen. En el mismo sentido, necesitamos saber quién es nuestro Pastor y dejarnos guiar por Él.

Nosotros, como David, podemos identificarnos con las ovejas que están bajo el cuidado del Gran Pastor, el único Dios Todopoderoso. Es a través de nuestra relación cotidiana con nuestro Dios que podemos llegar a comprender lo que David expresó en el salmo. Sólo pasando tiempo con Dios, conociendo quién es nuestro Pastor, podemos experimentar la seguridad de su cuidado.

El primer lugar donde podemos conocer el corazón y el carácter de Dios es en las Escrituras. Todo lo que Dios ha querido que sepamos sobre Él ya nos ha sido revelado en la Biblia. Nuestra responsabilidad es dedicar tiempo a acercarnos y leer diariamente las Escrituras para que su revelación forme parte de nosotros.

David había experimentado el descanso de Dios durante las circunstancias más hostiles de su vida. Eso es lo que nos invita a experimentar a nosotros.

Señor, gracias por tu Palabra y por tu gran cuidado de mí. Te pido que me permitas experimentar tu descanso en mis circunstancias.