El Hijo PródigoMuestra
La restauración de la autoridad
Un día, mientras pasaba tiempo con el Señor, sentí que él me hablaba: “Ven, sígueme y te daré las llaves del reino”. Me quedé inmóvil, asombrado y maravillado ante un Dios que atravesaba lo natural y hablaba directamente a mi corazón. En este punto, aún tenía que leer un pasaje de la Biblia que creo que está destinado a definir las vidas de todos los creyentes. Una vez que encontré este versículo, sentí que el propósito de mi vida había cambiado para siempre.
En Mateo 16:19 Jesús le dice a Pedro: “Te daré las llaves del reino de los cielos; todo lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo”. Y luego en Mateo 18:18 él le dice al resto de los discípulos: “Les aseguro que todo lo que ustedes aten en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desaten en la tierra quedará desatado en el cielo”. Tú y yo somos llamados a vivir con la autoridad de nuestro Salvador. Cuando nos convertimos en cristianos fuimos llevados a una restauración de nuestra autoridad, disponible solo para aquellos que fueron transformados por su poderoso sacrificio. Se nos ha dado dominio sobre los poderes de la oscuridad para que podamos difundir la verdad de la autoridad de Dios sobre las obras del enemigo. Dios ha elegido usarnos como faros de su santa luz para que el mundo nos vea y sepa del poder y el amor de nuestro Padre Celestial.
En la historia del hijo pródigo el padre restaura inmediatamente la autoridad de su hijo a su regreso. El anillo que le da a su hijo es un símbolo de la autoridad que le es transferida nuevamente. No importa cuán terrible sea el pecado, no importa cuánto dure la rebelión, nuestro Padre siempre nos dará autoridad para hacer su trabajo cuando regresemos a él.
Ningún pecado nos descalifica para vivir una vida de impacto eterno. Ningún tiempo lejos de la iglesia, de la Biblia, de la oración o de la adoración nos impide ser ministros de la gracia de Dios. En su gracia ha elegido usarnos. Cada uno de nosotros ha sido designado, no por nuestro propio mérito sino por su amor y sabiduría divina, para vivir una vida de significado eterno que solo nosotros podemos vivir.
Jesús te está diciendo hoy: “Ven, sígueme y te daré las llaves de mi reino”. Te ha dado autoridad para atar y desatar cosas en el cielo y en la tierra. Tú tienes la autoridad para guiar a otros a liberarse de los terribles esquemas del enemigo. Tienes la capacidad de amar y ministrar a otros por el Espíritu de Dios. Puedes hacer brillar la luz del amor de Dios en los lugares más oscuros y reclamar lo que era del enemigo para el único Dios verdadero.
Tómate un tiempo en la oración guiada para meditar sobre la autoridad que te da la vida, la muerte y la resurrección de Jesús. Permite que el Espíritu Santo te llene de nuevo y te declare los propósitos que tiene para ti hoy. Comprométete a ser un ministro del Señor en todas las circunstancias de hoy y descubre la increíble vida disponible que hay para ti en la restauración de la autoridad que te dio tu Padre Celestial.
Guía de Oración
1. Medita en la autoridad que te ha sido dada por la vida, muerte y resurrección de Jesús. Permite que la Biblia renueve tu mente según el poder y la autoridad que tienes en el Espíritu.
“Te daré las llaves del reino de los cielos; todo lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo” (Mateo 16:19).
“Cuando los setenta y dos regresaron, dijeron contentos: ‘Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre’. ‘Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo’, respondió él. ‘Sí, les he dado autoridad a ustedes para pisotear serpientes y escorpiones y vencer todo el poder del enemigo; nada les podrá hacer daño. Sin embargo, no se alegren de que puedan someter a los espíritus, sino alégrense de que sus nombres están escritos en el cielo" (Lucas 10:17-20).
2. Permite que el Espíritu Santo te llene de nuevo y te declare los propósitos que tiene para ti hoy. Pídele que a lo largo de tu día te revele lo que él quiere que ates y desates en la tierra y en el cielo.
3. Comprométete hoy a ser un ministro del Señor en cualquier circunstancia. Pídele al Espíritu Santo que te dé poder para vivir con valentía y bajo su influencia. Pídele que te llene con amor y gracia por los demás y que te ayude a guiar a otros hacia la plenitud de la relación con tu Creador.
“Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor por nosotros, nos dio vida con Cristo, aun cuando estábamos muertos en pecados. ¡Por gracia ustedes han sido salvados! Y en unión con Cristo Jesús, Dios nos resucitó y nos hizo sentar con él en las regiones celestiales, para mostrar en los tiempos venideros la incomparable riqueza de su gracia, que por su bondad derramó sobre nosotros en Cristo Jesús” (Efesios 2:4-7).
Escrituras
Acerca de este Plan
La historia del hijo pródigo mueve mi corazón a profundizar en nuevas profundidades de la gracia ilimitada de Dios. Este devocional se enfoca en la historia de Jesús que da vida y rompe la percepción, la historia del hijo pródigo. Que Dios te acerque aún más a Él y te enseñe su amor redentor y transformador de vida.
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Nos gustaría agradecer a First15 por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.primeros15.org/