Kairos

Es un tiempo de sanidad interior y liberación. Debemos entender que a medida que nos acercamos al Señor, entraremos en nuevos niveles de libertad. Y, a medida que te vuelvas más y más libre, profundizarás más en tu relación con el Señor.

• No se puede aconsejar un demonio ni discipular la carne: HAY QUE SER LIBRES EN EL NOMBRE DE JESÚS. No es difícil ser libre, lo difícil es reconocer que estamos atados en ciertas áreas.

S. Juan 8:31-33 RVR1960

“Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. Le respondieron: Linaje de Abraham somos, y jamás hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: Seréis libres?".

• Ellos fueron esclavos toda su vida desde que llegaron a Egipto y aun así dicen: “Somos linaje de Abraham nunca hemos sido esclavos, no necesitamos ser libres".

2 Corintios 10:3-4

Las armas de nuestra milicia no son carnales (armas espirituales) sino poderosa para la destrucción de fortalezas, destruyendo todo argumento y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo tu mente a la obediencia a Cristo.

• Las fortalezas son prisiones de pensamiento construidas sobre pensamientos que no hemos tomado cautivos y mentiras en las que hemos creído.
• Tienes que reconocer y abordar esas cosas que te llevaron a la esclavitud para poder volverte verdaderamente libre.

¡Jesús vino a hacer precisamente eso! Él vino no solo a salvarnos de nuestros pecados, sino también a liberarnos de nuestros pecados y del daño que causan.

¿Puede un creyente estar poseído por un demonio? ¡Claro que no! Pero sí puede estar bajo la influencia de uno.