Permanecer en su Palabra y oración

Juan 15:7 – Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho.

Jesús conectó el principio de permanecer con dos ideas previamente mencionadas en esta plática del aposento alto.

· Mis palabras permanecen en vosotros: Jesús relacionó el permanecer con la idea de fidelidad a sus palabras, como se mencionó anteriormente en Juan 14:23-24.

· Pedid todo lo que queréis: Jesús relacionó el permanecer con la idea de la oración contestada, como se mencionó anteriormente en Juan 14:13-14.

Charles Spurgeon señala: “La oración surge espontáneamente de aquellos que permanecen en Jesús... La oración es el brote natural de un alma en comunión con Jesús”.

Permanecer en Jesús significa permanecer en sus palabras, y que sus palabras vivan en el discípulo.

Merrill C. Tenney explica: “La conexión se mantiene mediante la obediencia y la oración. Permanecer en Cristo y permitir que sus palabras permanezcan en uno mismo significa una aceptación consciente de la autoridad de su Palabra y un contacto constante con Él mediante la oración”.

El discípulo fiel y que permanece en Cristo debe esperar la respuesta a la oración como parte de su relación con Jesús. La falta de respuesta a la oración significa que algo no va bien en la relación del discípulo. Tal vez algo no está bien en la permanencia, y las oraciones son equivocadas y no son respondidas. Tal vez algo no está bien en el pedir y no hay percepción de lo que Jesús quiere hacer en y a través de su discípulo.

Charles Spurgeon comenta sobre este versículo: “Es seguro para Dios decir al alma santificada: ‘Pide lo que quieras, y te será hecho’. Los instintos celestiales de ese hombre lo guían correctamente; la gracia que está dentro de su alma empuja hacia abajo todos los deseos codiciosos y los deseos sucios, y su voluntad es la sombra real de la voluntad de Dios. La vida espiritual es dueña en él, y por eso sus aspiraciones son santas, celestiales, semejantes a Dios”.

Basado en el Comentario bíblico Enduring Word de David Guzik.