La RecompensaMuestra

Sacrificio

La palabra sacrificio en lo primero que nos intriga a pensar es sobre algo que entregamos como ofrenda o como agradecimiento. Muchas veces pensamos que son bienes materiales o cantidades cuantiosas de dinero. Cuando se trata de lo divino hacia Dios mismo, el sacrificio se convierte en pensamientos, costumbres, estilos de vida e incluso el tiempo y espacio. Son solo algunas de las formas que podemos demostrar un cambio o una desición de algo mas allá a mis deseos y pasiones. Sacrificio, es más que una palabra, sino una manera de vivificar lo que realmente deseamos que Dios moldee sobre nosotros, y a lo que estamos dispuestos a renunciar para el comienzo de una nueva etapa.

¿Y que tiene que ver con la RECOMPENSA? Pensamos que para obtener una recompensa mayor, es entregarle más valor a lo que estamos realizando diariamente o que tenemos que cohibirnos en nuestra manera de adorar y alabar a nuestro Dios. Lamentablemente, hay personas que no disfrutan al máximo ese momento en intimidad con Dios porque limitan el tiempo en Su Presencia. Y mientras más tiempo en Su Presencia así podemos identificar las cosas que tenemos que entregarle en ofrenda o llamado sacrificio. Pueden ser ejes de cambios en nuestras vidas, como palabras entregadas por Dios mismo. Dónde nos pide ceder a Él la plena confianza que trabajará en eso que estamos esperando como promesas o peticiones.

Tendremos estapas de nuestras vidas donde nos tocará soltar y olvidar lo que tanto amamos y ahnelamos con todo el corazón, de manera obediente e incluso en contra de nuestra voluntad. Sí, amado, esas corrientes de la vida llegan cuando menos esperamos para darnos a demostrar de qué estamos hechos y cómo hemos madurado de manera espiritual. De la misma forma nos fortalece y nos da indicios de áreas en las que debemos trabajar. No entenderemos ni encontraremos la lógica de lo que pueda estar ocasionando ese evento en nuestras vidas, pero si el conocimiento pleno de un Dios que tiene el control.

Amantísimo Dios Padre Celestial, te pedimos al culminar este primer día del plan, que nos des las fuerzas necesarias y la sabiduría. Que nos acerque más a lo que Tú quieres realizar en nosotros, el entendimiento para poder soltar y correr hacia las promesas y aumente la confianza que requiere mi desarrollo delante de Ti en mi ser. Gracias por alcanzarme con tu misericordia y ser esa base en mi vida para caminar de Tu mano aun en los momentos más densos y agobiantes que podamos experimentar y creer que no estamos listos sino descansar plenamente en Ti.