Calma en la ansiedadMuestra

La mayoría de las batallas en la vida se ganan o se pierden en la mente.

De algún modo, todos nos preocupamos por cosas. Por ejemplo, si eres estudiante tus calificaciones serán el foco de tu atención, si tienes hijos dirigirás tus esfuerzos para proveerles una educación de calidad, o si tienes una relación te inquietará conocer las intenciones de tu pareja.

El problema surge cuando permitimos que nuestros pensamientos fluyan en un ritmo irracional hacia lugares peligrosos. Si continuas en ese camino es probable que sentimientos de desconfianza te envuelvan, o que incluso, te veas limitado para continuar con tus actividades diarias. Y quizá, esto se manifieste en una excesiva preocupación y negatividad, o en una abrumadora angustia.

¡Es tiempo de actuar!

Si de alguna manera te has sentido aprisionado por tu propia mente, ya sea en el pasado o actualmente, quiero mostrarte la forma en la que tú puedes comenzar a experimentar la plenitud a la que Jesús te llamó a vivir.