Secretos del EdénMuestra

A partir de Adán, Dios crea a Eva. Está hecha para acompañar a Adán y ayudarle a cumplir su propósito en la tierra. Adán había recibido instrucciones directas de Dios de evitar a toda costa el árbol de la ciencia del bien y del mal. Sin embargo, su ayudante cedió a la voz de la serpiente. Al hacer caso a otra ideología, se abrieron las compuertas del pecado y las maldiciones. Del mismo modo, sin Cristo no hay Iglesia. Curiosamente, la iglesia mundial se conoce como "la Novia de Cristo". En nuestros días, hay una miríada de doctrinas flotando dentro de la iglesia, muchas de las cuales no se adhieren a las escrituras. En estos tiempos difíciles, la sana doctrina es clave para la preservación de la iglesia, así como para el cumplimiento del plan de Dios en la tierra. En el libro de Apocalipsis, Jesús le pide a la iglesia de Éfeso que regrese a su "primer amor" y que "haga las cosas de antes", lo cual es lógico que no toda nueva ideología debe ser adoptada. Todo debe ser escudriñado y sostenido bajo las lentes de la Palabra de Dios. Aunque Adán y Eva comieron del árbol equivocado en el Génesis, Dios ofrece otra oportunidad al hombre en el Apocalipsis. Vuelve a mencionar el árbol de la vida, esta vez, prometiendo dejar participar de él a quien venza la seducción de la falsa doctrina. Ahora, la pelota está en nuestro tejado.

El secreto:

Aférrate a la esencia pura y a la doctrina de la Palabra de Dios. Dedica tiempo a estudiarla por ti mismo. Ora por claridad y revelación. Mientras oras, pídele al Señor que te fundamente en Su palabra, que no te dejes llevar por cualquier viento de doctrina, sino que te aferres a la infalible Palabra de Dios sin vacilar.