¿Por qué creo que Jesús resucitó?Muestra
"Jesús mismo testificó su próxima resurrección"
Jesús habló abiertamente de lo que le iba a ocurrir: la crucifixión y luego la resurrección de entre los muertos. "Y comenzó a enseñarles que el Hijo del Hombre debía padecer muchas cosas, y ser rechazado por los ancianos, los principales sacerdotes y los escribas, y ser muerto, y después de tres días resucitar" (Marcos 8:31). Aquellos que consideran inconcebible la resurrección de Cristo probablemente dirán que Jesús estaba engañado o (más probable) que la iglesia antigua puso esas declaraciones en su boca para hacerle enseñar la falsedad que ellos mismos habían concebido.
Pero aquellos que leen los Evangelios y llegan a la convicción considerada de que aquel que habla tan afanosamente por medio de estos testigos no es el invento de una imaginación atolondrada, no estarán satisfechos por este esfuerzo para explicar el testimonio del propio Jesús acerca de su resurrección.
Esto es especialmente verdadero en vista del hecho de que las palabras que predicen la resurrección no son sólo las palabras simples y directas mencionadas anteriormente, sino también palabras indirectas y sesgadas que tienen mucho menos probabilidad de ser la simple invención de discípulos engañados. Por ejemplo, dos testigos declaran por separado de dos maneras distintas la declaración que Jesús hizo mientras vivía que si sus enemigos destruyeran el templo (de su cuerpo), en tres días lo levantaría (Juan 2:19; Marcos 14:58; Mateo 26:61). También habló alusivamente de la “señal de Jonás”: tres días en el corazón de la tierra (Mateo 12:39; 16:4). Y lo aludió nuevamente en Mateo 21:42: “La piedra que desecharon los constructores, esa, en piedra angular se ha convertido”.
Encima de su propio testimonio a la próxima resurrección, sus acusadores dijeron que esto era parte de la afirmación de Jesús: "Señor, nos acordamos que cuando aquel engañador aun vivía, dijo: 'Después de tres días resucitaré'" (Mateo 27:63).
Nuestra primera evidencia de la resurrección, por lo tanto, es que Jesús mismo habló de ella. La profundidad y naturaleza de las declaraciones hacen improbable que las haya inventado una iglesia engañada. Y el carácter de Jesús mismo, revelado por estos testigos, no ha sido juzgado por la mayoría de la gente de ser un loco o un engañador.
Jesús habló abiertamente de lo que le iba a ocurrir: la crucifixión y luego la resurrección de entre los muertos. "Y comenzó a enseñarles que el Hijo del Hombre debía padecer muchas cosas, y ser rechazado por los ancianos, los principales sacerdotes y los escribas, y ser muerto, y después de tres días resucitar" (Marcos 8:31). Aquellos que consideran inconcebible la resurrección de Cristo probablemente dirán que Jesús estaba engañado o (más probable) que la iglesia antigua puso esas declaraciones en su boca para hacerle enseñar la falsedad que ellos mismos habían concebido.
Pero aquellos que leen los Evangelios y llegan a la convicción considerada de que aquel que habla tan afanosamente por medio de estos testigos no es el invento de una imaginación atolondrada, no estarán satisfechos por este esfuerzo para explicar el testimonio del propio Jesús acerca de su resurrección.
Esto es especialmente verdadero en vista del hecho de que las palabras que predicen la resurrección no son sólo las palabras simples y directas mencionadas anteriormente, sino también palabras indirectas y sesgadas que tienen mucho menos probabilidad de ser la simple invención de discípulos engañados. Por ejemplo, dos testigos declaran por separado de dos maneras distintas la declaración que Jesús hizo mientras vivía que si sus enemigos destruyeran el templo (de su cuerpo), en tres días lo levantaría (Juan 2:19; Marcos 14:58; Mateo 26:61). También habló alusivamente de la “señal de Jonás”: tres días en el corazón de la tierra (Mateo 12:39; 16:4). Y lo aludió nuevamente en Mateo 21:42: “La piedra que desecharon los constructores, esa, en piedra angular se ha convertido”.
Encima de su propio testimonio a la próxima resurrección, sus acusadores dijeron que esto era parte de la afirmación de Jesús: "Señor, nos acordamos que cuando aquel engañador aun vivía, dijo: 'Después de tres días resucitaré'" (Mateo 27:63).
Nuestra primera evidencia de la resurrección, por lo tanto, es que Jesús mismo habló de ella. La profundidad y naturaleza de las declaraciones hacen improbable que las haya inventado una iglesia engañada. Y el carácter de Jesús mismo, revelado por estos testigos, no ha sido juzgado por la mayoría de la gente de ser un loco o un engañador.
Escrituras
Acerca de este Plan
El poder de la resurrección de Cristo es lo que sostiene al creyente vivo y victorioso. Pero cómo defender este hecho ante los argumentos que puedan levantarse para contrarrestar un hecho histórico y de tanta iluminación espiritual. Veamos lo que el maestro de la Palabra, John Piper, nos dice sobre el tema. Serás alentado en tu fe para creer la verdad del Cristo resucitado.
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Nos gustaría agradecer a John Piper, fundador y maestro de desiringGod.org en colaboración con El Centro Network por facilitarnos este plan. Para obtener más información, por favor visítenos en: www.desiringGod.org y www.elcentronetwork.com