El Paradigma de la SabiduríaMuestra

Con todo tu corazón

"Diles, pues: `Así dice el SEÑOR de los ejércitos: ``Vuélvanse a Mí," declara el SEÑOR de los ejércitos, ``y Yo me volveré a ustedes," dice el SEÑOR de los ejércitos.

En ocasiones, cuando debemos tomar una decisión importante y deseamos un consejo, algo que se escucha muy seguido es la famosa frase: ‘’Sigue tu corazón’’, suena algo común, algo bueno, pero la realidad es que esta frase va completamente en contra de lo que dice la Palabra de Dios. ‘’Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?’’. Como hijos de Dios, una de las formas de amar a Dios, es tenerlo presente en cada momento de nuestra vida, desearlo y anhelar caminar en su camino. Esto es sabio, por eso es importante buscar su guía en cada momento y que Él sea nuestra prioridad más que cualquier otra cosa.

Este año, una frase que me marcó y me hace reflexionar seguido es esto de ‘’Volver a Dios’’. Yo entendía de esto, que solo los que están apartados o en el mundo perdidos son los que ‘’tienen’’ que volver a Dios, pero en realidad yo soy la que necesito cada día volver a Dios, reconocer mi dependencia de Él, entender que mucho me fue perdonado y sigo necesitando de su perdón y de su compañía cada día.

Las bendiciones de Dios son buenas y agradables, lograr y tener cosas en la vida también, pero Dios no puede ser la añadidura a nuestra vida, sino toda nuestra vida, mi objetivo tiene que ser Jesús y el resto es glorificarlo en cada cosa de mi vida, en nuestros fracasos y en nuestros logros.

A veces conocer a Dios, es como aprender a caminar de nuevo una y otra vez, a veces siento que todo lo que sé de Dios en realidad no es nada y tengo que reprender todas las cosas. Siento que cuanto más lo conozco, más me doy cuenta de lo que me falta, a veces puede ser frustrante mirándome a mí misma, pero cuando miramos a Jesús, es lo maravilloso de conocerlo y que nos sorprenda.

Como dice Pablo a los Corintios ‘’Por tanto, todos nosotros, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor’’. Cuando ponemos nuestros ojos en Jesús y aprendemos a contemplar su belleza, todo nuestro ser es transformado a su imagen. Si sientes que le fallaste a Dios, no te apartes de Él, vuelve una vez más a su presencia, no dejes de intentarlo. Cada día necesitamos volver al Señor, aun cuando creemos que hacemos todo bien, porque simplemente nuestra alma lo necesita, tenemos una profunda necesidad de su presencia y sentir su compañía.

Oración :

Amado Dios, enséñame a amarte, a verte en cada momento en mi vida, a contemplar tu belleza, enamorarme más de ti y así poder ser transformada. Te pido que hagas en mí un corazón limpio, humilde y manso como el tuyo, y a vivir en agradecimiento.