La garantía

En nuestro día a día tenemos un sin fin de promesas, unas más relevantes que otras, como, por ejemplo: “Te prometo que mañana nos tomamos ese café” o “Le prometo que ese aumento de salario va” o “Te prometo que te voy a amar por siempre”. Tal vez, la cita del café fue una promesa cumplida, pero el aumento nunca llego y esa última, más deseada, se pasó por alto tras determinado evento de la vida.

Vivir en un mundo donde los cumplidores de promesas son tan escasos, es algo que sin darnos cuenta condiciona mucho el corazón. Y es allí donde interviene la fe, certeza de lo que se espera y convicción de lo que no se ve.

La garantía de una promesa cumplida está directamente relacionada con quien la realiza. De pequeña, cuando mami nos prometía a mis hermanos y a mi disciplinarnos por no cumplir nuestros acuerdos de responsabilidad y conducta, lo cumplía sin titubear, jajaja. Sin embargo, también nos prometía recompensas si hacíamos nuestra parte del trato según lo acordado, las cuales también cumplía. Por ende, para mí, las promesas de mami eran cien por ciento garantizadas.

A diferencia de las promesas de cualquier mortal, las promesas de Dios tienen un sello de garantía revelado en un pesebre, exhibido en una cruz y glorificado en los cielos. “Todas las promesas que ha hecho Dios son «sí» en Cristo”.

Otra promesa que me ayuda a esperar es esta: “Y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén". Qué maravillosa promesa, el Creador de todo dice: “Estoy contigo”. Me gusta la inmediatez de la promesa, no dice estaré, algún día, cuando pueda, si no tengo nada que hacer. ¡No!, dice ESTOY, no esta tarde, o mañana un ratito en la mañana, dice todos los días; esa es nuestra promesa andante.

Entonces si esta fue su promesa antes de partir, tienes la garantía de que su promesa es fiel. Tal vez, Dios te ha prometido otras cosas que aún no tienen ni la más remota sombra de cumplirse. Hoy quiero recordarte que, si Él lo dijo, Él lo hará.

Dios no es un simple mortal para mentir y cambiar de parecer. ¿Acaso no cumple lo que promete ni lleva a cabo lo que dice?

Para meditar y tus notas personales:

¿Qué estás pensando en cuanto a Dios como cumplidor de promesas?

¿Qué promesas del pasado ha cumplido?

¿Qué pasajes de hoy puedes tomar como recordatorio de que lo que prometió lo cumplirá?