Recuerda Y No Te OlvidesMuestra
Dónde estaríamos
En la experiencia cristiana, una de las cosas en las que debemos reflexionar es, en la de cuál sería nuestra posición en la vida si no hubiésemos conocido a nuestro Salvador. Sí, porque entre ser parte de un reino de luz y ser parte de un reino de tinieblas hay una diferencia abismal. La realidad es que se trata de un asunto tan trascendental que jamás debemos olvidar lo que significa haber sido trasladados de las tinieblas a la luz.
Hay un hermoso cántico acerca de nuestro amor al Señor, que contiene una frase muy acertada, “Y no sé dónde estuviera, si yo a Ti no te tuviera, si no hubiera conocido al Dios que me ama". No importa cuál haya sido la condición de nuestras vidas antes de conocer a Cristo, terrible, normal, cotidiana, bondadosa, etc., lo cierto es que venir a Cristo ha sido un evento tan maravilloso (creo que no hay palabra humana que pueda describirlo) que nuestra vida es otra.
Sin Cristo teníamos una vida sin esperanza, sin paz. Porque la palabra de Dios dice: “No hay paz, dijo mi Dios, para los impíos" (Is. 57:21). Pensar en ello debe hacernos cada vez más agradecidos de la bendita gracia de nuestro Señor. ¡Qué inmenso giro dio nuestra vida cuando su luz nos iluminó! ¡Con cuánto gozo y satisfacción divina se escribió nuestro nombre en el Libro de la Vida!
A veces la rutina, la repetición, la costumbre de ser cristianos nos va privando de la conciencia de lo grande que es nuestra salvación. Es bueno, que de vez en cuando, nos detengamos y reflexionemos acerca de esa vida, de ese camino que hubiéramos seguido si Cristo no hubiese llegado a nuestras vidas. Eso nos hará valorar y atesorar lo que Cristo alcanzó para nosotros en la cruz.
La grandeza de nuestra salvación, la vida que tenemos en Cristo, los tesoros que poseemos en Él, son una evidencia innegable del gran amor de Dios. Cada día de nuestra vida en Cristo nos debe seguir dando la alegría de haber nacido de nuevo, de haber entrado por la puerta correcta que es Cristo, de haber entrado en una relación de hijos del Padre amante que reina por toda la eternidad. No perdamos de vista que estamos donde estamos y somos quienes somos por la bendita gracia de nuestro Salvador (Ef. 1:3-7).
Escrituras
Acerca de este Plan
En nuestras mentes corren pensamientos que van y vienen. Unos nos conectan con las cosas pasadas, otros están centrados en el presente y otros tienen que ver con el tiempo y las cosas que aún no han llegado. En este plan nos detendremos en las cosas pasadas que no debemos olvidar porque tienen gran importancia en nuestro presente y lo tendrán también en nuestro futuro.
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Nos gustaría agradecer a Grettchen Figueroa por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://facebook.com/grettchen.figueroa