Dos Reinos - Parte 3Muestra

Esta semana leeremos algunas de las parábolas de Jesús, las historias que Él usó para describir y revelar Su reino a las personas que lo rodeaban.

Lee Mateo 13:1 - 23

¡Esta es quizás una de las parábolas más fáciles de entender, ya que Jesús explica el significado de esta a las multitudes! ¿Sabías que el conocimiento de los secretos del reino de los cielos te está siendo revelado a medida que pasas tiempo en la Palabra? Para muchos, es una tontería o simplemente demasiado difícil de entender, pero si eres un seguidor de Jesús, este entendimiento te será revelado por el Espíritu Santo. Los principios del reino echarán raíces en tu vida y producirán mucho fruto.

Podemos comparar y medir nuestras vidas y corazones de acuerdo con los diferentes tipos de suelo de los que habla Jesús:

Semillas esparcidas en el camino: los pájaros se las comieron.

La semilla cayendo en lugares rocosos: no duró.

Semillas que caen entre espinas: las espinas ahogaron las plantas.

Semilla esparcida en buena tierra: duradera y es fructífera.

El punto es este: el que escucha la palabra, la entiende y la pone en práctica, produce mucho fruto. ¿Cuáles son los requisitos para que el suelo sea llamado "bueno"? Hay que cuidarlo. Necesita agua y luz solar, y hay que eliminar las malas hierbas.

Profundiza: La promesa de Dios es que Él es quien te revelará el conocimiento y la comprensión del reino. Él te dará ojos para ver y oídos para oír. Si tu corazón representa la tierra, ¿cómo está tu corazón hoy? ¿Está endurecido? ¿Está siendo asfixiado por algo? ¿Hay alguna mala hierba que deba eliminarse? Invita al Espíritu Santo a examinar tu corazón hoy y a ayudarte.

Sé audaz: ¿Quién necesita escuchar esto? ¿Con quién podrías compartirlo? Tal vez hay alguien que conoces que aún no es seguidor de Jesús, pero parece ser receptivo al Evangelio o a las cosas de Dios.

Memoriza: "Pero aquel en quien se sembró la semilla en tierra buena, este es el que oye la palabra y la entiende; este sí da fruto y produce, uno a ciento, otro a sesenta y otro a treinta por uno" (Mateo 13:23 NBLA).