Manteniendo la pureza en un mundo corrompido

La iglesia en Tiatira era elogiada por su amor, fe, servicio y perseverancia; pero había un problema grave: toleraban la influencia pecaminosa de una mujer llamada Jezabel, que enseñaba inmoralidad y prácticas idolátricas. A pesar de la paciencia de Dios para el arrepentimiento, la iglesia permitía que estas prácticas impuras continuaran.

Hoy, vivimos en un mundo que a menudo promueve la inmoralidad y la corrupción. En medio de esta realidad, ¿será que la influencia de inmoralidad sexual ha podido ingresar en nuestras vidas y comunidades cristianas? ¿Cómo están nuestras redes sociales? La clave está en no tolerar ni comprometerse con la inmoralidad. Ni un poco.

Debemos ser firmes en nuestra fe y compromiso con Cristo, rechazando cualquier influencia contraria a Sus enseñanzas. Es importante confrontar el pecado en nuestras vidas y en nuestras comunidades, y buscar el arrepentimiento y la restauración en lugar de tolerar estas prácticas.

¿Qué haremos?

Hoy, comprométete a mantener la pureza moral y sexual en tu vida y en tu comunidad de fe. No toleres la inmoralidad ni las prácticas que contradicen la Palabra de Dios. Busca la sabiduría en Su Palabra y la guía del Espíritu Santo para tomar decisiones y acciones que reflejen la santidad de Dios.

Jesús nos advirtió en Mateo 24:12: "Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará". En estos tiempos finales, mantén la pureza moral como un testimonio vivo de tu compromiso con Cristo y la santidad que Él representa.