Dando GraciasMuestra

¿Cómo y sobre qué ser agradecidos?

A menudo confundimos la gratitud con una emoción, sin embargo, tú puedes estar sintiéndote mal por tus circunstancias, y aun así llevar tus emociones hacia la gratitud. Ser agradecido tiene que ver con tu enfoque, con decisiones diarias, con una perspectiva de reino.

Para ser agradecidos, es crucial que recordemos, constantemente, de dónde nos sacó el Señor: depresión, abuso, tristeza, complejos, abandono, consumismo, amargura, crítica, mentira, etc. Ninguno de nosotros somos merecedores de la gracia de Dios, y por eso, todos tenemos motivos para vivir siendo agradecidos. Pedro nos da la clave para hacer esto de una forma práctica y honesta. Él nos aconseja que nos esforcemos al máximo para responder a las promesas de Dios, complementando nuestra fe con excelencia moral, con conocimiento, con dominio propio, con perseverancia, sumisión a Dios, afecto fraternal y amor por todos. No son tareas sencillas, por eso no nos manda que lo hagamos sin más, sino que nos esforcemos al máximo. Para ello, para que nos sea más liviano, recordar quienes somos en Cristo y lo que Él ha hecho por nosotros será la motivación que necesitamos para cumplir con ello.

Una vez entendemos la manera en la que manifestamos nuestra gratitud, debemos encontrar los motivos para ello. Y entonces, es cuando entran el juego los atributos de Dios. Si estudiamos y conocemos cómo es Él, se nos hará imposible no dar gracias. Porque sus atributos, se reflejan en bendición para nuestra alma. Nos conviene la bondad de Dios, así como su sabiduría, o su belleza. Todo lo que Él es nos beneficia. Y por ello, podemos dar gracias.