Dios, ayúdame, estoy de lutoMuestra

El duelo es inevitable

No importa quién seas, dónde vivas o lo que hayas conseguido, en algún momento de tu vida el duelo será una realidad para ti. Es una parte inevitable de vivir, amar y crecer.

El duelo a menudo se malinterpreta y no se llega a comprender. Se minimiza su impacto. Sin embargo, el duelo es una respuesta humana normal tras cualquier pérdida significativa. Se presenta de muchas formas diferentes y se expresa de muchas maneras distintas.

La Escritura está repleta de ejemplos de personas que lo experimentaron:

· Cuando Jacob pensó que José había muerto a manos de un animal salvaje «… rasgó su ropa y se vistió de tela áspera, e hizo duelo por su hijo durante mucho tiempo. Toda su familia intentó consolarlo, pero él no quiso ser consolado. A menudo decía: “Me iré a la tumba llorando a mi hijo”, y entonces sollozaba» (Génesis 37:34-35).

· Años después de haberse reunido, José y sus hermanos lloraron la muerte de su padre. Junto con altos funcionarios de la corte del faraón, formaron un enorme cortejo fúnebre. Después de que cruzaron el río Jordán, «llevaron a cabo un gran servicio conmemorativo muy solemne, con un período de siete días de luto por el padre de José» (Génesis 50:10).

· Isaías describe a un pueblo asolado por la guerra, cuyos hogares fueron destruidos en ataques nocturnos. «Vagarán por las calles vestidos de tela áspera; de cada hogar y plaza pública saldrá el sonido de gemidos» (Isaías 15:3-4).

· La mujer de Ezequiel murió. Aunque ella era su delicia, no lloró. Guardó para sí su dolor, se vistió y siguió con su trabajo. Su reacción fue una señal para la gente que le rodeaba de las pérdidas a las que pronto se enfrentarían (Ezequiel 24:15-24).

· Zacarías profetizó que la familia de David en Jerusalén se afligiría (Zacarías 12:10-14). Hablando en nombre del Señor, dijo: «Me mirarán a mí, a quien atravesaron, y harán duelo por él como por un hijo único. Se lamentarán amargamente como quien llora la muerte de un primer hijo varón». El pueblo lloraría en grupo y en familia. Los hombres llorarían con los hombres. Las mujeres con las mujeres. También se apenarían ellos solos.

El duelo es un proceso que debes atravesar tras la pérdida de un ser querido. Tiene muchas capas y efectos. Tener una comprensión clara de tu duelo es clave para abordar el dolor, experimentar la paz y ser sanado.