Jesús es el Príncipe de PazMuestra
La voz en el desierto
Juan el Bautista habló como profeta de Dios. Proclamó: «Arrepiéntanse de sus pecados y vuelvan a Dios, porque el reino del cielo está cerca» (Mateo 3:2, NTV). El versículo siguiente identifica a Juan como la voz del que clama en el desierto. Cumplió las predicciones de Isaías, así como las de Zacarías, el propio padre de Juan.
Como sabemos que Juan vivía en el desierto y se vestía y comía de forma inusual, nos lo imaginamos en el desierto, gritando como un salvaje. Pero no es eso lo que expresa el hebreo original en Isaías 40:3. Las frases en hebreo suelen traducirse así: « «Voz que clama en el desierto: Preparad camino a Jehová; enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios» (RVR1960). Sin embargo, la frase se traduce con más exactitud de esta manera: «¡Escuchen! Es la voz de alguien que clama: “¡Abran camino a través del desierto para el Señor! ¡Hagan una carretera derecha a través de la tierra baldía para nuestro Dios!”» (NTV). Esto transmite un significado totalmente distinto acerca del que clama o llama en voz alta y de los que son llamados.
Juan el Bautista fue una voz del Nuevo Testamento que Dios colocó en escena precisamente en el momento previsto. Comunicó el amor de Dios al proclamar: «¡Miren! ¡El Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo!». Fue como si Juan estuviera diciendo: «Esta es tu hora. ¿Has hecho todo lo que tenías que hacer? ¿Estás preparado para reconocer a Aquel que fue prometido?».
Pero Juan no era el único que preparaba a los que le rodeaban para recibir al Salvador. A lo largo del registro del Antiguo Testamento, otros profetas hicieron lo mismo. Declararon:«Viene la promesa. Lo reconocerás. Será manso, amoroso, compasivo, un cordero. Será el Príncipe de Paz».
También nosotros, como Juan y como los profetas de antaño, somos voces a las que Dios ha llamado para proclamar su verdad en el momento justo. Somos los que claman a los que están en el desierto del pecado, del aislamiento, de la soledad y de todo lo que se asocia con la separación de Dios y de toda su bondad. Somos esa voz, y nuestro mensaje es que el Príncipe de Paz, Jesucristo, ha venido.
Acerca de este Plan
En este plan devocional de tres días, la Dra. LaDonna C. Osborn explora las promesas de Dios acerca de un Salvador que vendría a redimir a su pueblo y a darnos paz. Del jardín del Edén a Isaías, de Juan el Bautista a Pedro, aprendemos cómo el Evangelio de la buena nueva del Príncipe de Paz puede inspirarnos hoy.
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Queremos dar las gracias a la Dra. LaDonna C. Osborn y a Osborn Ministries International (OMI), en colaboración con El Centro Network, por facilitarnos este plan devocional. Osborn Ministries trata de expresar y propagar el evangelio de Cristo a todas las personas del mundo. Para más información, visita https://osborn.org/ y http://www.elcentronetwork.com/