Cómo cultivar una vida de oración constanteMuestra

Tema devocional:

CÓMO CULTIVAR UNA VIDA DE ORACIÓN CONSTANTE

Tema de hoy:

1: "Estableciendo una fundación de oración: Conectándome con Dios".

La oración es el vínculo que nos conecta directamente con nuestro Padre Celestial. Es el medio por el cual podemos expresar nuestros pensamientos, emociones, anhelos y agradecimientos a Aquel que nos creó y nos ama incondicionalmente. Establecer una fundación sólida de oración es fundamental para cultivar una vida de comunión constante con Dios.

Al comenzar nuestra vida de oración podemos sentirnos inseguros o desconcertados sobre cómo acercarnos a Dios. Sin embargo, la verdad es que Él nos invita a venir ante su presencia con confianza y reverencia. En Hebreos 4:16, se nos alienta diciendo: "Por tanto, acerquémonos confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para cuando necesitemos ayuda".

Conectar con Dios a través de la oración no se trata simplemente de recitar palabras vacías o repetitivas, sino de abrir nuestro corazón con sinceridad y humildad. Cuando venimos ante Él en oración, Él escucha cada una de nuestras palabras y conoce nuestros pensamientos más profundos. Como un Padre Amoroso está siempre dispuesto a escuchar y responder a nuestras peticiones.

Una forma de establecer una fundación sólida de oración es a través de la palabra de Dios. Las Escrituras son una fuente inagotable de enseñanzas y promesas que nos guían en nuestra vida de oración. Al meditar en la Palabra podemos conocer más profundamente a Dios y su voluntad para nuestras vidas. Salmo 119:105 nos dice: "Tu palabra es lámpara que guía mis pasos; luz que alumbra mi camino".

La oración también es un momento para rendirnos ante la voluntad de Dios y buscar su dirección. Aunque podemos presentar nuestras peticiones, es importante recordar que su sabiduría es más alta que la nuestra y que sus planes son mejores de lo que podamos imaginar. Jesús mismo nos enseñó a orar: "...Hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo" (Mateo 6:10b).

Hagamos una oración: Amado Padre, gracias por la bendición de la oración, un puente que me conecta contigo. Hoy deseo establecer una fundación sólida de oración en mi vida. Te abro mi corazón con sinceridad y humildad, sabiendo que Tú me escuchas y conoces mis necesidades. Permíteme acercarme confiadamente a tu trono de gracia para encontrar el oportuno socorro en ti.

Ayúdame a meditar en tu Palabra, para conocer más sobre quién eres y cuál es tu voluntad para mi vida. Que tu Palabra sea una lámpara a mis pies y una lumbrera en mi camino.

Concede que pueda rendirme a tu voluntad confiando en que tus planes son perfectos y que siempre tienes lo mejor para mí. Que mi vida de oración sea un reflejo de mi amor y confianza en ti y que pueda experimentar una comunión constante contigo todos los días, en el nombre de Jesús. Amén.