Metafísica Del SerEjemplo

Sometidos al Espíritu

2da. Corintios 3:17 nos dice que: “..El Espíritu es el Señor...” Y, ¿qué significa esto? La palabra “Señor” que viene del griego “Kyrios” que significa “rey”, “jefe”, “máxima autoridad”, “dueño”. En otras palabras, es “...el que manda...”. Cuando decimos que el Espíritu es el Señor, estamos diciendo que es el Espíritu el que manda, a eso nos referimos. Y por lo tanto, si bien el ser humano tiene que funcionar con todos los elementos que Dios le ha dado, que es espíritu, el alma (está compuesta por la mente y las emociones y la voluntad) y por el cuerpo, sin embargo cuando hay una tensión entre ellos, el que manda es el espíritu, y sabemos que “...dónde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad...”.

Entonces somos llamados a usar los tres elementos del ser humano, pero uno es el principal. Quiero ejemplificártelo: puede ser en un momento dado, el espíritu nos está diciendo que tenemos que ayunar, que tenemos que orar, que tenemos que meditar y posiblemente nuestro físico dice que ¡no!, por que no le agrada ayunar, no le agrada orar, no le agrada meditar. Y allí nosotros tenemos que tomar una decisión: ¿Quién es el que manda, quién es “el Señor”? Y hacemos la decisión y decimos: ¡Sí vamos a ayunar! Vamos a seguir este digamos esta indicación del Espíritu y ¿qué es lo que ocurre después? El cuerpo se somete al Espíritu, ya no le parece tan mal como al principio, al contrario, dice: ¡Quizás la próxima semana podríamos ayunar otra vez! Es decir, se han alineado espíritu y cuerpo a pesar que al principio había una tensión entre ellos.

¿Qué pasa con las emociones? Posiblemente hay cosas que Dios nos manda a hacer que van contra nuestras emociones, no nos gusta hacerlas. Y hoy que estamos en una “época posmodernista” donde las emociones han sido colocadas como el rector, como el que manda en la toma de las decisiones. ¿Quién va a mandar?¿Nuestras emociones? ¿O va a mandar el Espíritu? Así allí tenemos otra conclusión muy importante, cuando hay un conflicto entre emociones y lo que el Espíritu de Dios nos está diciendo, hay que obedecer al Espíritu de Dios.

También puede suceder que ante una decisión tengamos una confrontación entre la mente y el Espíritu. Es decir, la mente nos está limitando en lo que tenemos que hacer y el espíritu quiere que avancemos un poco más allá y allí tenemos una decisión que tomar: voy a obedecer al espíritu o voy a obedecer a la mente y obviamente, porque la razón tiene sus límites y el espíritu, va más allá de la razón.

Solo cuando permito que el Espíritu de Dios gobierne mi vida podré ser testigo de lo que dice su Palabra: que Dios tiene preparado para los que le aman, cosa que ojo no vio ni oído oyó... (1Cor 2:9). (Va más allá de los sentidos) Ni ha subido a corazón de hombre, y en esto quiere decir que ni se le ha ocurrido al ser humano.

Reflexión del día

- ¿Qué ha estado gobernando mi vida? ¿Mis emociones, mi mente o el espíritu?
- ¿Qué esta impidiendo que el espíritu gobierne mi vida?
- ¿Qué pasos prácticos puedo dar para vivir una vida en el espíritu?