Baloncesto Universitario y la BibliaMuestra

 “Versículo Bíblico inspira a Isaiah Austin para superar ceguera, luchando por la grandeza de los Sweet Sixteen”

2014 Torneo de la NCAA: Baylor 85, Creighton 55 (23 de Marzo, 2014)

No mucho después de que Baylor venciera escandalosamente a Creighton y avanzara a los Sweet Sixteen, el centro delantero de los Osos,  Isaiah Austin, se aseguró de tomar su teléfono y compartir el momento emocionante con su madre Lisa Green. Ella rápidamente recordó a su hijo, aun en estado de incredulidad, su versículo bíblico favorito.

“Pues vivimos por fe, no por vista.” (2 Corintios 5:7)

Mientras esas palabras del apóstol Pablo hablaron al estado mental, espiritual y emocional de Austin, había en realidad un significado más literal que dio al pasaje un significado mas grande. A la edad de 16, Austin sufrió de desprendimiento de retina y pasó por 4 cirugías para reparar el daño. Desafortunadamente, quedó ciego del ojo derecho.

“El amaba el deporte,” dijo Green a los reporteros. “Para él pensar que no podía jugar era devastador.”

Pero Austin peleó contra sus miedos y logró hacer los ajustes necesarios para quedarse en la cancha. Finalmente llegó a Baylor, pero no reveló su ceguera parcial públicamente, sino hasta dos meses previos al Torneo de la NCAA del 2014.

“Si fuera lesionado o algo y no pudiera jugar baloncesto mañana,” dijo Austin a los reporteros durante el Torneo de la NCAA, “entonces estaría muy agradecido por la carrera que tuve. No muchas personas pueden jugar en mis zapatos y lograr este nivel. Para mí llegar a este nivel con la lesión que tenía, ha sido una completa bendición.”

Austin no se dio cuenta de lo proféticas que sus palabras se volverían. Solo días antes del reclutamiento de la NBA del 2014, un ECG reveló una anormalidad que después fue revelada como síndrome de Mafan, “un desorden genético que afecta el tejido conectivo, que une todas las células del cuerpo, órganos y tejido” que puede ser mortal. Los doctores inmediatamente recomendaron a Austin que dejara toda actividad atlética. Sus esperanzas de jugar en la NBA fueron instantáneamente apagadas. 

“Quiero agradecer a TODOS los que se acercaron a mí,” escribió en Twitter a sus amigos y seguidores. “Los días más duros de mi vida. ¡Pero no los últimos! La vida sigue. DIOS SIGUE SIENDO GRANDIOSO!” 

Durante los siguientes dos años y medio, Austin continuó esperanzado por su futuro. Luego en diciembre del 2016, sus doctores aprobaron su regreso a la cancha de basketball. Poco después, Austin firmó un contrato para jugar profesionalmente en Serbia. 

”Después del 2014 me dijeron que este día nunca llegaría, pero Dios es grandioso y ha estado conmigo todo este tiempo, ¡así que aquí estoy!” Escribió Austin en su pagina de Facebook. Firmando mi primer contrato en el baloncesto profesional, ¡estoy tan agradecido!”