Devocional del día | EneroEjemplo

De regreso a casa

Pasaje Central: Génesis 32: 9-12

Entonces Jacob se puso a orar: «Señor, Dios de mi abuelo Abraham y de mi padre Isaac, que me dijiste que regresara a mi tierra y a mis parientes, y que me harías prosperar: realmente yo, tu siervo, no soy digno de la bondad y fidelidad con que me has privilegiado. Cuando crucé este río Jordán, no tenía más que mi bastón; pero ahora he llegado a formar dos campamentos. ¡Líbrame del poder de mi hermano Esaú, pues tengo miedo de que venga a matarme a mí y a las madres y a los niños! Tú mismo afirmaste que me harías prosperar y que mis descendientes serían tan numerosos como la arena del mar, que no se puede contar».

Jacob regresa a su tierra, pero no solo, Dios lo ha prosperado en todo, con familia, con descendencia y bienes en abundancia, ahora el corazón de Jacob es diferente en comparación de cuando salió huyendo de la casa de sus padres por haber robado la bendición que su padre tenía preparada para su hermano Esaú, por ser el primogénito. En esa conversación sincera con Dios confiesa: realmente yo, tu siervo, no soy digno de la bondad y fidelidad con que me has privilegiado. Cuando crucé este río Jordán, no tenía más que mi bastón; pero ahora he llegado a formar dos campamentos. ¡Líbrame del poder de mi hermano Esaú, pues tengo miedo de que venga a matarme a mí y a las madres y a los niños! Tú mismo afirmaste que me harías prosperar y que mis descendientes serían tan numerosos como la arena del mar, que no se puede contar».

Me encanta de qué manera Jacob acude a Dios y le expresa su sentir, sus miedos, sus angustias y a la vez reconoce que todo lo que tiene es por gracia de Dios. Nosotros al igual que Jacob, podemos sincerarnos con Dios y expresarle como nos sentimos, aunque él ya lo sepa., Filipenses 4:6-7 dice así: No se deje arrastrar en diferentes direcciones ni se preocupe por nada. Esté saturado de oración a lo largo de cada día, ofreciendo sus peticiones llenas de fe ante Dios con gratitud desbordante. Cuéntale cada detalle de tu vida, entonces la maravillosa paz de Dios que trasciende el entendimiento humano guardará tu corazón y tu mente a través de Jesucristo.

Medita: ¿Reconozco que puedo sincerarme con Dios?