PotencialMuestra

Escrito por Caleb, 22 años de Carbondale, Illinois, EE.UU.

Un domingo, cuando tenía dieciséis años, me sentía fatal. La noche anterior, había tenido una tremenda discusión con algunos de mis únicos amigos, lo que me hizo sentir más solo que nunca.

Así que, cuando fui a la iglesia ese día, quería irme antes de que empezara el culto. Anhelaba sábanas y música triste que se repitiera. Entonces, cuando la banda de alabanza empezó la primera canción, mi padre empezó a cantar con una voz grave y odiosamente alta llena de vibrato.

He escuchado la "voz de canto" de mi padre durante años. Sin embargo, ese día, cuando mi padre alcanzó una nota alta con un tono desafinado, me eché a reír y le pregunté: "¿Por qué siempre cantas tan alto?".

Para mi sorpresa, mi padre se rió conmigo y respondió: "Supongo que, a veces, es todo lo que puedo hacer".

Cuanto más envejeces, más te das cuenta de que el dolor y la lucha están por todas partes. Así que, cuando te encuentres sumergido hasta el cuello en las desgracias de este mundo, recurre a Dios, y Él te llenará con su música.

Hoy, sean cuales sean tus dificultades, ora a Dios y pídele que te llene de música, risas y alegría.