Los silencios de DiosMuestra

Hay algunas ocasiones en las que estamos seguros sobre lo que Dios nos está diciendo, momentos en los que su respuesta es clara a nuestras peticiones y podemos discernir entre un “no, sí o espera”. Sin embargo cuando Dios guarda silencio es complicado para nosotros porque no estamos seguros sobre lo que tenemos que hacer, es entonces que debemos interpretar su silencio.

Interpretar su silencio puede ser duro porque tal vez no es la repuesta que más anhelamos de parte de Dios. Hoy quiero que reflexionemos sobre los momentos en los que Dios no ha dado respuesta a una oración. ¿Alguna vez Dios ha guardado silencio ante alguna petición? ¿Alguna vez Dios no ha dado respuesta a alguna oración?

El silencio de Dios es una oportunidad para crecer en nuestra fe. Seguro hay oraciones que Dios no contesto y guardó silencio. Jesús experimentó uno de los silencios de Dios más dolorosos. Estando en el huerto de Getsemaní oró a Dios pidiendo que, de ser posible, quitara de él la copa de la cual iba a beber, esto significaba el evitar el sufrimiento, evitar el dolor, pero Dios guardo silencio.

Dios no contestó la oración de Jesús de manera afirmativa ante su petición. Es entonces que interpreta el silencio de Dios y sabe que la voluntad del Padre es que vaya a la cruz.

Jesús ha experimentado todos nuestros sufrimientos, incluso esos momentos en los que Dios guarda silencio.