El propósito de hablar bienMuestra

La Biblia, ha sido la guía para los creyentes a lo largo de la historia, a través de sus páginas aprendemos sobre el plan divino y cómo Dios quiere que vivamos nuestras vidas. Uno de los temas clave que recorre toda la Escritura es la importancia de la comunicación. La comunicación no sólo está en el centro de nuestra relación con Dios, sino que también juega un papel crucial en el fomento de relaciones sólidas con los demás.

El lenguaje es la capacidad que tiene el ser humano para expresarse y comunicarse, a través de diversos sistemas de signos: orales, escritos o gestuales.

Paul Watzlawick, psicoterapeuta austriaco manifiesta que un mensaje es cualquier unidad comunicacional.

Dentro de su teoría de la comunicación contempla cinco axiomas, donde el primero dice: “Es imposible no comunicar”, lo cual manifiesta la imposibilidad de no comunicar, ya sea silencio, acción o inacción, se le da un valor al mensaje e influye en los otros y habrá siempre una retroalimentación.

El lenguaje constituye una de las características principales que separa al género humano de los animales. Es una capacidad innata que todos los individuos tenemos, la cual comienza a desarrollarse a partir de la gestación y se establece definitivamente en la relación que mantiene el individuo con el mundo social en el que se desarrolla.

Dominar esta capacidad de comunicación permite a cada individuo expresar el mensaje que desea transmitir de un modo particular.

El lenguaje surge de la necesidad de los hombres de establecer relaciones sociales con el fin de la supervivencia de la especie humana. A lo largo del tiempo.

El hablar es tan importante como callar, debemos de aprender a escuchar al Espíritu Santo para que hable a través de nosotros y pedirle que nos ayude a refrenar nuestra lengua.