La Liberación del espírituMuestra

"Liberación del Espíritu" por Bryan Craig

"Que Dios mismo, el Dios de paz, os santifique de principio a fin. Y que todo tu espíritu, alma y cuerpo sean guardados irreprensibles para la venida de nuestro Señor Jesucristo" (1 Tesalonicenses 5:23).

No quiero ser morboso, pero ¿alguna vez has asistido a un funeral con ataúd abierto y has visto un cadáver tirado allí? Si es así, rápidamente te diste cuenta de que faltaba algo. Los funerarios intentan maquillar un cadáver para que se parezca a la persona real, y reconoces a la persona que conocías, pero no es ella. Vemos su cuerpo, pero no los vemos. Está claro que algo ha salido del cuerpo. Siempre he pensado que lo que sea que partió fue la parte que va al Cielo o a donde sea que esté destinado.

Siempre he tenido cierta confusión acerca de esa parte interior del hombre, descrita como el "alma" o el "espíritu". Hace poco recibí un libro que fue recogido de la enseñanza de un hermano cristiano chino, Watchman Nee, allá por 1948. Se titula "La Liberación del Espíritu", y me ha cautivado tanto que quería compartir algunos de sus pensamientos con ustedes para su propia edificación y contemplación.

En el versículo anterior, Pablo menciona 3 partes distintivas de un hombre... su espíritu, su alma y su cuerpo. El hermano Nee explica que el cuerpo y el alma son el "Hombre Exterior", que es la parte que los demás ven en nosotros. El cuerpo es obvio. Es nuestro cuerpo físico, con nuestra apariencia, así como nuestros sentidos como la vista, el oído, el olfato, el gusto y el tacto. El alma es descrita por Nee como nuestros pensamientos, emociones, voluntad. Esto englobaría nuestra personalidad. Dice que esto es parte del Hombre Exterior, pero es una capa más profunda de un hombre dentro de su cuerpo. También hay que tener en cuenta que el alma es eterna. Las Escrituras se dirigen al "alma" a menudo.

Algunos ejemplos:

"Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas" (Deuteronomio 6:5).

"Él restaura mi alma" (Salmos 23:3 NVI).

"No temáis a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Más bien, temed a Aquel que puede destruir tanto el alma como el cuerpo en el infierno" (Mateo 10:28).

Por último, está el "Hombre Interior" que se llama el espíritu del hombre. Nee enseña: "Cuando Dios viene a morar en nosotros por medio de Su Espíritu con Su vida y poder, Él entra en nuestro espíritu en el momento en que nacimos de nuevo (Juan 3:6). Este espíritu regenerado ubicado en el centro del ser del hombre es lo que llamamos el hombre interior".

Otro versículo útil para entender el espíritu del hombre:

"Porque, ¿quién entre los hombres conoce los pensamientos de un hombre, sino el espíritu del hombre que está dentro de él? De la misma manera, nadie conoce los pensamientos de Dios, excepto el Espíritu de Dios. No hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que viene de Dios, para que entendamos lo que Dios nos ha dado gratuitamente" (1 corintios 2:11-12).

Entonces, ¿por qué es importante todo esto? El Espíritu Santo se une a los espíritus de los que han nacido de nuevo, y desde ese momento, él está tratando de infiltrarse en nuestras Almas y nuestros Cuerpos para su servicio. Dios quiere que su Espíritu sea liberado a través de nosotros. Nee dice que al igual que un grano de trigo, con su cáscara dura, que debe caer al suelo y morir para que su cáscara pueda abrirse, nosotros también debemos tener nuestras duras cáscaras exteriores agrietadas (Juan 12:24). También lo compara con la mujer que abrió un frasco de alabastro de perfume muy caro, hecho de nardo puro, y lo ofreció como sacrificio a Jesús (Marcos 14:3). Dios ha puesto esta belleza dentro de nosotros, pero debemos ser quebrantados para que se derrame.

Permíteme animarte a que Dios está tratando de hacer algo muy hermoso en ti, su hijo, si le permites abrir tu ser exterior.