¡Vida Devocional Para Mamás Primerizas!Muestra

Haz todo como para Cristo

Hemos llegado al día 3 de este breve devocional para madres primerizas. Hemos aprendido que nuestra maternidad es un llamado, y que Dios está genuinamente interesado en nosotras, y nuestras familias.

Hemos aprendido también a verlo todo con los ojos correctos, atesorando el caos, y la quietud, pues todo dará Gloria a Dios.

Y hoy deseamos animarte a que recuerdes las palabras de Pablo en la carta a los Colosenses: Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor, y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís (Colosenses 3:23-24).

La maternidad es un trabajo a tiempo completo, es sacrificial y lleno de días cortos y noches largas, pero, como todo lo que hacemos, debe ser hecho por el motivo correcto: Dar gloria a Dios.

La maternidad no es para nuestra gloria, no es para sentirnos orgullosas y creernos superiores a otras madres, o a otras mujeres. La maternidad debe ser rendida a Jesús, y así quitaremos cargas innecesarias, no habrá estrés de criar hijos perfectos, sino hijos piadosos que amen y atesoren a Cristo.

Cuando se descansa en la verdad de la Palabra de Dios, la maternidad gana propósito, y obtiene lo necesario para ejercerla de forma sabia, amorosa y constante, pues no estarás pensando en lo temporal sino en lo eterno.

Cambiar pañales, lavar biberones, cambiar sabanas, sacrificar horas de sueño, todo eso es adoración cuando lo haces para Dio. ¡Ánimo mamá!, Jesús vive, y Él te ama, ama a tu hijo/a, y si lo haces Señor de tu vida, ¡todo obrará para bien!

Continúa buscando al Señor en oración y por medio de la lectura de su Palabra. La Biblia cambia vidas, sin duda su influencia sobre tu maternidad no solo cambiará tu vida sino la de tus generaciones.

Oremos:

Señor, muchas gracias por tu amor, gracias por ser mi motivo, ayúdame a ejercer mi maternidad sin afanarme, permíteme poner mis ojos en ti, y hacer todo para ti, fortaléceme. Y, déjame sentir tu presencia y escuchar tu voz cada vez que te busco en tu Palabra, amén.