Jesús Pan De VidaMuestra

Nuestra búsqueda al Padre, nuestra búsqueda a Jesús y por supuesto al Espíritu Santo, no es solo para que me alimente hoy, como estas personas lo experimentaron, ¿me explico?Claro que le puedes pedir por tu necesidad, todos lo hacemos, El es Padre, pero esa no puede ser solo tu búsqueda, en eso no se puede basar nuestra relación con Él. En que yo estoy mal, yo te busco y tú me das.

En Juan 6, en el ver. 28, estas personas le preguntan a Jesús:

“—¿Qué tenemos que hacer para realizar las obras que Dios exige?”. Su corazón se sigue viendo en sus palabras: Qué tenemos – obras – exige. Y en todo ello, se denota cero relación…se ve más bien como una transacción: Si yo hago esto y tú me debes dar aquello. Y Jesús responde en el versículo 29: “Esto es lo que Dios quiere que hagan: que crean en aquel a quien él envió —respondió Jesús”.

Dios solo pide, que creamos en Jesús, en la obra grandiosa y completa que Él YA HIZO, por ti y por mí.

CREER… Creer en su obra completa; creer en su obra día a día en ti; creer en su gran amor independientemente de nuestras circunstancias, de nuestro estado de ánimo, del dinero que hoy hay en nuestra billetera.

Y debemos tener cuidado de seguir buscando a Jesús, solo por lo que hace, como lo hicieron estas personas, sigamos leyendo en el versículo 30 y 31.

“—¿Y qué señal milagrosa harás para que la veamos y te creamos? ¿Qué puedes hacer? —insistieron ellos—. Nuestros antepasados comieron el maná en el desierto, como está escrito: “Pan del cielo les dio a comer”.

Recordemos de donde vienen estas personas que pidieron esta señal…de la multiplicación de los panes y los peces…de ver que solo había una barca y solo allí subieron los discípulos, y aún así Jesús pasó a la otra orilla… Ellos querían seguirse saciando con lo perecedero…

Ellos ya habían no solo escuchado, habían visto obrar a Jesús…pero se parecen a nosotros: ¿Qué señal milagrosa vas a hacer? En términos nuestros: Señor, yo te estoy pidiendo esto, ¿por qué te tardas tanto? Señor, pero yo soy tu hija, tu hijo, ¿por qué no me favoreces con esto…Señor? ¡¡Pero yo te sirvo!! Doy el diezmo, no tomo, Señor yo hago esto…Señor mírame. ¿Por favor! ¿Qué señal me vas a hacer para yo confirmar que tú sí me amas? ¿Que tu si me bendices?

Y la lista podría seguir.

Así que hoy, recuerda buscar a Jesús, no solo con peticiones de cosas o acciones, sino más bien de conocerlo y nutrir más tu corazón.