El Cristiano Y La Política ¿Es Posible Una Transformación?Muestra
Reino de Dios & transformación política. ¿Cómo debe prepararse el misionero?
El Señor nos envía como ovejas en medio de lobos. Debemos ser prudentes como serpientes y sencillos como palomas (Marcos 10:16). Una de las claves en el entrenamiento de misioneros al campo de la política es la siguiente: “no se conformen a este siglo” (Romanos 12:2). Muchos creen que por ser poderosas y determinantes, aún como creyentes, debemos aceptar las prácticas de la cultura imperante en el sistema político. Pues bien, no es así.
Los discípulos de Cristo somos embajadores de la cultura del reino de Dios. Lo que significa justamente una contra-cultura en la sociedad caída en la que vivimos. Nuestra misión es no adaptarnos a las prácticas y tradiciones humanas y corruptas, sino transformar la atmósfera y la cultura a través de la vida de Cristo (Jeremías 15:19). Para lo cual es indispensable calibrar con precisión nuestras expectativas como misioneros. En vez de buscar prestigio y poder, deberemos perseguir una vocación de servicio y un carácter de humildad (Mateo 20:25-26). Renunciar al alucinógeno del poder, a fin de proyectar el carácter cristiano en cada ocasión. Estar altamente preparados, entrenados en ciencia y conocimiento y ganar experiencia cotidiana, a fin de ser soluciones caminando en busca de problemas para resolver. Para ser efectivos, tendremos que ser capaces de afrontar desafíos complejos y aportar soluciones concretas a los problemas públicos en cada área de gestión. Y entender que todo hace parte de un proceso. Será una secuencia de muchos eventos lo que irá construyendo y desarrollando la obra de nuestra misión para provocar transformaciones concretas.
Será menester aceptar los sacrificios y padecimientos de Cristo en el campo misionero, hacer votos de austeridad. Consagrarnos a la integridad y transparencia. Ser vanguardia en el trabajo en equipo y en la búsqueda de la excelencia. Creer en las consecuencias públicas de nuestros actos privados. Llevar una vida de oración poderosa. Practicar la fidelidad familiar. Proponer en nuestros corazones no contaminarnos (Daniel 1:8).
En definitiva, el estándar de un misionero cristiano en la política se asemeja totalmente al estándar de aquél que anhela obispado en la iglesia (1 Timoteo 3). Llegar a ocupar un espacio prominente en el Estado o en el sistema político, no es necesariamente la meta, ni tampoco el único instrumento de medición del éxito para un misionero cristiano. La meta y el éxito están representados por los frutos del Espíritu reflejados en experiencias de transformación, más allá de lo que los ojos humanos pueden ver. Cristo nos ve, y Él evaluará nuestra jornada. Como políticos y funcionarios públicos seremos relevantes a los objetivos del reino de Dios si nos convertimos en líderes capaces de menguar para que Cristo crezca (Juan 3:30-31) y se proyecte a través de nosotros para provocar gobierno justo en nuestras comunidades.
ORACIÓN: Anhelamos ser herramientas fieles y útiles en tus manos, amado Jesús. Instrumentos de amor y justicia en nuestra generación. Sabemos que llevar tu luz en medio de la oscuridad representa un desafío extremadamente complejo. Pero operamos en fe y obediencia. Al ser el Señor de nuestras vidas, llénanos de sabiduría, gracia y poder para la obra de este ministerio. Confiamos plenamente en la súper eminente grandeza de tu poder, un amor tan inmenso capaz de transformarlo todo. Servir a tu propósito es nuestro mayor gozo. Gracias amado Cristo. Amén.
Acerca de este Plan
En esta segunda temporada, indagaremos acerca del propósito de Dios y las áreas de gobierno y el proceso político. Hablaremos del hambre y la sed de justicia. Entenderemos al gobierno como un campo misionero. ¿Cómo debe prepararse un misionero para la obra del ministerio? Y, ¿cuál es el criterio de Cristo? ¡Llenos de fe avanzaremos en obediencia a Su voluntad!
More
Nos gustaría agradecer a Gastón Bruno por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://www.efop.com.ar/web/