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Rebeca

DÍA 3 DE 12

LA BELLEZA DE LA DILIGENCIA.

La mayoría de la gente tiende a evaluar el carácter de una persona basándose en su primer encuentro. Las primeras impresiones tienen ese tipo de impacto. Lo mismo ocurrió la primera vez que el criado de Abraham vio a Rebeca.
Cansado de su largo viaje, Eliezer esperaba cerca del pozo de agua en las afueras de Nacor, adonde las jóvenes iban a sacar agua. Él oró, pidiéndole a Dios que trajera la mujer apropiada para Isaac y que esta le ofreciera agua para beber. Antes que terminara de hablar «he aquí Rebeca… salía con su cántaro sobre su hombro».
Eliezer percibió de inmediato que Rebeca era una mujer trabajadora. Probablemente, dos veces al día ella cargaba un cántaro de barro pesado hasta el pozo de agua de la ciudad para sacar agua y llevarla a su casa. ¿Qué podemos suponer sobre ella?
Nota sus hermosos atributos de diligencia y fidelidad. Observa cuidadosamente su esmero y su disposición humilde para realizar un trabajo servil. Fíjate en su capacidad para llevar a cabo tareas arduas. Admira su corazón de sierva al anteponer las necesidades de su familia sobre cualquier preocupación sobre lo que otras personas pudieran pensar.
¿Crees que el trabajo servil es degradante? ¿Piensas que otras personas, y no tú, deben hacer el trabajo físico? ¿Tienes miedo de enrollarte las mangas y hacer «tareas necesarias que nadie agradece»? En su Palabra, Dios elogia a la encantadora y a la vez trabajadora Rebeca. Entonces, si sientes la tentación de posponer o despreciar las tareas difíciles, mira el ejemplo y el valor de esta linda dama. Además, lee sobre la mujer de Proverbios 31: «Ciñe de fuerza sus lomos, y esfuerza sus brazos… Fuerza y honor son su vestidura» (Proverbios 31:17, 25).
¿Qué puedes hacer para ayudar e influenciar a las personas que Dios pone en tu vida? ¿Acaso tu iglesia necesita tu energía para trabajar con niños o en la Escuela Dominical o en la oficina?
Mantente dispuesta a trabajar y busca hoy algún lugar donde puedas servir.

Escrituras

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