¡Esfuérzate!Muestra

VIVIENDO COMO LABRADORES DEL EVANGELIO.

Toda siembra trae de por si una cosecha, no obstante, debemos comprender que para una cosecha exitosa debe existir primero un arduo trabajo en las manos de quien labra la tierra. Se precisa tomar el arado y surcar el terreno, separar la materia inerte de lo fértil y preparar el suelo para la semilla.

En ocasiones podemos sentirnos cansados, faltos de energía o simplemente podríamos decir que nos encontramos faltos de motivación para dedicarnos al trabajo que Dios nos encomendó. Es en esos momentos, en donde debemos considerar todo lo que Dios ha dicho de nosotros y movilizarnos hacia los campos que el Señor a plantado cerca de cada uno. Una vez allí, tomar el arado y sembrar la semilla del evangelio en los corazones de aquellos que viven sin Cristo. Todo el que labore esforzadamente en los campos del Señor recibirá una apropiada recompensa, además de ser participes de los frutos venideros.

Te invito a responder estas preguntas:

¿Estás dispuesto a tomar el arado y trabajar en los campos del Señor?

Al concluir este devocional, ¿estás dispuesto a sembrar la buena semilla que es Jesucristo?