Recuperando la esperanza en las promesas de JesúsMuestra
¿Acaso no ardía nuestro corazón?
A pesar de que estos hombres iban de regreso a su aldea, a pesar de su falta de fe y la desesperanza, Jesús estaba con ellos en medio de toda la situación. ¿Sabes qué es lo mejor de esta historia? Que el milagro caminaba con ellos y no se habían dado cuenta por estar tan ocupados lamentándose por los acontecimientos y el tiempo transcurrido.
Jesús les abre los ojos al compartir el pan y se desaparece. ¿Qué significó ese momento? Pudieron, al fin, salir de su propio duelo y ver el milagro hacerse realidad frente a sus ojos. Ahora sí notaron que sus corazones ardían al hablar con Jesús. Una vez visto esto, regresaron a Jerusalén, sí, a reunirse con los demás y esperar la promesa del Espíritu Santo.
Es importante que puedas meditar acerca de si, todo este tiempo, tu corazón ha estado ardiendo. Es necesario que nos sentemos a descansar y hablar con Jesús y nos demos cuenta de que, quizás el milagro está hecho, pero no hemos podido verlo por estar lamentándonos de tristeza en nuestro interior. Es necesario que volvamos a Jerusalén (volver a creer) para que podamos recibir la promesa y ver la manifestación de Dios en cada una de nuestras vidas.
A Jesús le interesan los corazones más que cualquier otra cosa en esta tierra, por eso los milagros primero suceden allí, para que luego podamos disfrutarlos en lo exterior. Estos hombres no pudieron ver la promesa cumplirse, hasta que permitieron que Jesús trabajara en sus corazones.
Acerca de este Plan
En algunos momentos de nuestra vida, perdemos la esperanza a causa de situaciones difíciles que enfrentamos. Te invitamos a estudiar con nosotros la historia bíblica de dos seguidores de Jesús, los cuales recuperaron la esperanza al tener un encuentro personal con Él.
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Nos gustaría agradecer a Iglesia Cristiana Bautista en Pérez Zeledón por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.facebook.com/iglesiabautistapz