BienaventuradaMuestra
LOS QUE LLORAN
Mateo 5:4 "Bienaventurados los que lloran, pues ellos serán consolados".
Mi amiga Mercedes Muñoz escribió esto para ti:
Para los que hemos experimentado el dolor, llorar es la demostración física de lo que sentimos. Llorar es la expresión palpable de un sentimiento que es tan profundo que es imposible poner en palabras. Ya sea un sentimiento físico o emocional.
Creo que todos en algún momento hemos sentido algo así, algo tan fuerte que sin explicación nuestra lágrimas salen a relucir, y manifiestan lo que no podemos explicar.
Un dolor físico en alguna parte de nuestro cuerpo, la pérdida de algo muy valioso o de un ser querido, la traición de una persona muy apreciada; son ejemplos de cosas que causan dolor, y que nos llegan a sacar las lágrimas.
Estos dolores se hacen tan profundos que podemos sentirnos desesperanzados, rotos, sin alivio.
Algunas personas apretamos ese dolor y guardamos nuestras lágrimas para momentos de solitud. Pero el sentimiento está y el llanto es nuestro compañero.
Muchas veces sentimos que no hay nada que podamos hacer que nos traiga el alivio necesario.
Hace unos años atrás recibí una noticia inesperada, un diagnóstico médico para una de mis hijas que era prácticamente una sentencia de muerte. El dolor ante la noticia fue inminente, y el llanto fue mi compañero por un largo tiempo. La sensación de las emociones sentidas solo las puedo explicar comparándolas con un sentimiento de desesperanza que me quitaba el aliento y se me hacía difícil respirar; no había palabras humanas que pudieran traer paz a mi corazón. Lloré muchísimo. Un día en esos momentos de llorar y pedirle a Dios ayuda, las palabras de Jesús vinieron a mi mente:
“BIENAVENTURADOS LOS QUE LLORAN PUES ELLOS SERÁN CONSOLADOS”.
Así que en ese momento le pedí a Dios que consolara mi corazón. Para mi fue una experiencia sobrenatural; fue como si mi corazón y mi alma estaban fragmentados, rota en mil pedazos y un manto, una cobija bajó del cielo y recogió todo los pedazos los unió y me dio esa sensación de abrazo y confort. Ese es el consuelo que viene del Padre. El que te abraza y trae paz a tu corazón, que te hace sentir que tus pedazos se juntan nuevamente. No quiere decir que necesariamente quita la fuente del dolor, pero el consuelo nos ayuda a poder salir del hueco en el que nos hundimos y poder seguir adelante.
Dios está interesado en tu llanto, el no es indiferente ante tu dolor, la Biblia dice que Dios lleva la cuenta de tus dolores y recoge tus lágrimas en un frasco. También nos recuerda que el cambiará nuestro llanto en alegría.
Hay dolores muy profundos que se llevan dentro por largo tiempo, hoy es el día de entregárselos a Dios, confía que Él ha estado allí aunque tú no lo hayas visto o sentido, Él ha estado. Hoy alinea tu mente y corazón, entrégaselos a tu Padre, y te enviará el consuelo y paz que necesitas.
Hoy te invito a hacer esta oración:
Padre, hoy quiero entregarte mis dolores, te pido que envíes el consuelo que mi corazón y mi alma necesitan para encontrar sentido a mi vida. Te entrego los pedazos rotos de mi corazón para que con tu amor y consuelo lo repares. Ayúdame a sentir tu abrazo consolador.
Amén.
Escrituras
Acerca de este Plan
Este devocional te guiará a través de las bienaventuranzas de Jesús con reflexiones profundas. Descubre cómo estas palabras transformadoras pueden influir en tu vida diaria y acercarte a Dios. Prepárate para ser desafiada, inspirada y fortalecida espiritualmente mientras exploramos juntas el camino hacia una vida de bendición y plenitud en Cristo.
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Nos gustaría agradecer a Jessica Dugand por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.jessicadugand.com/