Despidiendo al no nacido (Aborto Espontáneo)Muestra

De la fragilidad a la fortaleza: Liberando el dolor

En momentos de fragilidad, nos aferramos a la promesa que encontramos en Isaías 46:4 (NVI): "Aun en la vejez, cuando ya peinen canas, yo seré el mismo, yo los sostendré. Yo los hice y cuidaré de ustedes; los sostendré y los libraré". Esta afirmación nos asegura que, incluso en nuestras debilidades y a medida que envejecemos, Dios sigue siendo constante en su sostén y fidelidad. En los momentos difíciles, podemos confiar plenamente en que Dios nos dará la fuerza necesaria para seguir adelante.

Dios, como el Creador de nuestras vidas, nos ha formado desde el principio. Su compromiso como nuestro Sustentador no es efímero; es un compromiso para toda nuestra existencia. No solo nos sostiene en medio de nuestras luchas, sino que también nos libra de las cargas que nos abruman. Visualiza cómo Dios quita de tus hombros ese dolor que llevas y te entrega un futuro lleno de esperanza.

No importa cuánto tiempo haya transcurrido desde la pérdida que has experimentado, Dios permanece inmutable, sosteniéndonos y liberándonos. Esta verdad nos recuerda que estamos en las manos de un Dios eterno y amoroso, cuya gracia se extiende más allá de nuestras circunstancias temporales.

Hoy es el día de soltar todo ese dolor. Reconoce que eres y siempre serás madre, aunque tus pequeñitos no estén físicamente contigo. En la presencia de Dios, están experimentando un amor que trasciende nuestras comprensiones terrenales. La esperanza se despliega ante ti, y Dios te invita a soltar las cargas de tristeza, permitiendo que Su amor y consuelo llenen cada rincón de tu ser.

Acepta este momento como un acto de liberación. Deja que el viento del Espíritu sople sobre ti, llevándose consigo la aflicción y dejándote renovada. Tus pequeños están en manos del Padre celestial, disfrutando de Su amor incondicional. Ahora, es tiempo de abrazar la realidad de que eres una madre, una madre eterna en el corazón de Dios.

Encomienda tus lágrimas y pesares a Aquel que todo lo comprende. Dios ve tu dolor, conoce tu corazón y te ofrece la paz que solo Él puede proporcionar. Atrévete a visualizar un futuro lleno de esperanza, donde la luz de la gracia divina disipe las sombras del dolor.

Que este día de libertad marque un nuevo comienzo en tu proceso de sanidad. Recuerda que, aun en medio de la pérdida, Dios es quien sostiene y libera. Permítete sentir el abrazo reconfortante del Padre celestial y avanza con la certeza de que estás rodeada por Su amor eterno.

Espero que este plan te haya ayudado, que te conceda la paz que anhelas y te acerque un paso más hacia la sanidad que Dios tiene reservada para ti. Confía en Su amor y deja que sea Él quien dirija tu camino hacia un futuro restaurado y lleno de esperanza.

Para finalizar este camino juntas, quiero recordarte que, si te encuentras en la búsqueda de ser madre y aún no ha sido posible, he creado un Diario Devocional de 365 días llamado "Diario de una mujer estéril fértil". Este diario está diseñado para ser tu compañero durante este proceso de búsqueda en la maternidad, ofreciendo reflexiones diarias, esperanza y fortaleza en cada página.

Recuerda, no estás sola en este viaje. Con amor, Kelly.