Liderazgo y felicidadMuestra

Hambre

El liderazgo genuino es aquel que responde a una necesidad. De hecho, en mi opinión, en cualquier lugar donde haya una necesidad y una persona que quiera cubrir automáticamente se genera un nicho de liderazgo.

El experto en liderazgo y pastor Andy Stanley describe a este evento como “recibir una visión”. En su libro “Visioingeniería” el declara: “Las visiones se forman en el corazón de los que no están satisfechos con el estado de las cosas. Muchas veces la visión comienza cuando la persona se siente incapaz de aceptar las cosas tal como están. Con el tiempo, esa insatisfacción madura hasta convertirse en una clara imagen de lo que podría ser. Es algo que se debería hacer. Es algo que es necesario que suceda. Este elemento es el que lanza a los seres humanos fuera del ámbito de interés pasivo para llevarlos a la acción. Es el elemento moral el que le da a la visión un sentido de urgencia. La visión es una clara imagen mental de lo que podría ser, alimentada por la convicción de que así debería ser”.

Básicamente la visión es hambre y sed de justicia. Es hambre y sed por ver necesidades injustas cubiertas y llevadas al equilibrio necesario que trae la justicia. Hay cosas que no deberían ser así, son injustas, podrían ser de otra manera y entonces en el corazón de una persona se despierta esa hambre y sed por cubrir esa necesidad. Esas personas, cuando accionan, automáticamente se convierten en líderes.

Esto me recuerda al gran líder y activista, el pastor Martin Luther King quien vio la segregación racial imperante en su nación y la injusticia que esto representaba y entonces tuvo hambre y sed de justicia. Desde joven tuvo una imagen mental de lo que podría ser alimentado por una convicción de lo que debería ser, y esto lo vemos genialmente plasmado en su más famoso discurso “I have a dream” (Yo tengo un sueño) dado en la “Marcha sobre Washington por el Trabajo y la Libertad”, el 28 agosto de 1963.

Mientras estaba en una cárcel en Birmingham el 16 de abril de 1963 el escribió una carta que incluye una frase que refleja también su hambre y sed de justicia. Él escribió: “Una injusticia en cualquier parte es una amenaza a la justicia de cualquier lugar”.

Entonces te pregunto ¿qué estás viendo en la actualidad que debería ser de otra manera? ¿Tienes hambre y sed por ver esa injusticia terminada? Si es así, y te haces cargo, Jesús prometió que serías saciado.