¡El mundo me genera dolor!

Cada día, una de las misiones más hermosas que tenemos en esta vida es esforzarnos por ser buenos y mejores seres humanos. A veces, sentimos que hay personas que “no nos ayudan”. Esto puede ocurrir porque realizan acciones que nos molestan, tenemos una discusión, o nos sorprenden con comportamientos que nos duelen. Este malestar nos genera una variedad de sentimientos como dolor, rabia y tristeza, que a veces nos llevan a reaccionar de manera inadecuada o simplemente acumulamos ese dolor.

Como dice mi mamá: “Dios nos envía lo que necesitamos aprender”. Estos momentos nos permiten conocernos mejor e identificar en qué áreas necesitamos crecer y fortalecernos, y muchas veces, se trata de desarrollar más paciencia. ¡Paciencia con los demás y con nosotros mismos! O quizás se trata de algo más profundo, como PERDONAR.

También ocurre que juzgamos constantemente. Tenemos prejuicios y creencias, y si las personas no se ajustan a estas, nos sentimos defraudados. Ponemos tanto peso en nuestras propias ideas que intentamos defendernos o cambiar al otro. Es más fácil pensar que el otro está mal y nosotros estamos bien.

¿Está mal reconocer la humanidad en otro, sus errores, sus debilidades? ¿Está mal que algo nos moleste o nos disguste? ¿Está mal ver la humanidad en nosotros mismos?

Tómate el tiempo para reflexionar sobre las veces que te has disgustado por algo o con alguien y piensa en que emociones y sentimientos te han generado.

Te invitamos a escuchar la canción “Jesucristo basta” del grupo Un Corazón, que refleja el amor incondicional y la aceptación.

Ver el video adjunto.