Amigo De PecadoresMuestra

La Biblia describe en el Evangelio de Mateo a Jesús, de la siguiente manera: "Vino el Hijo del Hombre... amigo de publicanos y de pecadores" (Mateo 11:19).

Luego en Lucas 7, encontramos la historia de un fariseo llamado Simón que invitó a Jesús a cenar. Este hombre piadoso también invitó a un selecto grupo de líderes religiosos para unirse a la mesa con él, probablemente también fariseos. Lucas el autor de su Evangelio, como buen historiador nos deja saber que la reunión que sostuvo Jesús con el fariseo Simón y su grupo de amigos, de alguna forma era una reunión con tinte religioso. Simón y sus amigos seguían estrictamente la ley, diezmaban meticulosamente y asistían al templo diariamente. Este grupo de amigos se veían a sí mismos como hombres justos y santos ante Dios.

Me gustaría que tuvieras presente querido amig@, que en la cultura hebrea, era común lavar los pies de los invitados y saludarlos con un beso en cada mejilla. También se les daba un poco de aceite perfumado para su cabello. Sin embargo, Jesús no recibió esta hospitalidad. No hubo agua para lavar sus pies, ni beso de bienvenida, ni ungüento para su cabello. ¿No te parere esto muy particular?; como es posible que de repente, los estrictos observadores de la ley, olvidaron algunas de sus normas de cortesia y buenas costrumbres tan rapidamente (ver Lucas 7:44-46).

No estoy seguro de por qué algún fariseo habría invitado a Jesús a cenar, y menos aún por qué habría invitado a otros líderes religiosos. La respuesta más probable es que querían determinar si Jesús era verdaderamente un profeta; aunque el pasaje si nos deja claro que Simón conocía acerca de la reputación de Jesús como profeta, incluso cuando los líderes religiosos los rechazaban.

Pero, algo adicional a lo anterior pasó, cuando Jesús llegó, lo llevaron al lado de la mesa como un invitado de menor importancia y tuvo que sentarse entre los otros con los pies aún polvorientos. Un descuido mayor, dado que los rabinos o profetas, eran considerados como personas importantes en la cultura de Israel, la Torá y las tradiciones judías. Lo que nos deja saber de plano, que este grupo de "fariseos" no tenían buenas intenciones con su invitado (Lucas 7:39).

Mientras leo este pasaje, entre líneas, pareciera que Simón hubiese hecho arreglos para sentar a sus otros invitados antes que llegara Jesús. Y, es muy probable, que estos otros invitados sí fueron atendidos y refrescados conforme a la costumbre. Después de todo, no había fariseo que quisiera perder su reputación entre sus amigos de no haber sido hospitalario.

Por otro lado, la Biblía no nos da detalles de lo que se habló durante la cena, pero podemos asumir que tuvo que ver con temas teológicos. Los fariseos eran bien conocidos por ser expertos en el tema, es decir en la ley de Moises, y a menudo intentaban confundir a Jesús con preguntas capciosas. Sin embargo, Jesús conocía sus corazones y esto se reveló claramente.

Luego, una mujer conocida por ser pecadora entró en la escena. De alguna manera, pasó entre los sirvientes y se acercó a la mesa donde estaban los hombres religiosos. Y allí, estando detrás de Él (Jesús) a sus pies, llorando, comenzó a regar con lágrimas sus pies, y los enjugaba con sus cabellos; y besaba sus pies, y los ungía con el perfume.

Simón y sus amigos deben haberse sorprendido y paralizado ante la escena. Reconocían a la mujer como una gran pecadora en la ciudad, posiblemente una prostituta. Imagino lo que estos religiosos estaban pensando: "¡Qué vergüenza! Esta pecadora ha interrumpido nuestra conversación teológica".

Esta historia nos muestra que Jesús estaba dispuesto a relacionarse con los marginados y los pecadores, incluso cuando los líderes religiosos los rechazaban. Nos recuerda que la verdadera grandeza radica en el amor y la compasión hacia los demás, no en la apariencia de santidad o en el cumplimiento meticuloso de las normas religiosas.

¡Medita en esto!

Con amor en Cristo,

Por, Juan Carlos Calle y equipo Conectar Global

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