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Dia 4: Bautismo: un paso de obediencia y profesión pública - Demario Davis

Primero, observa lo que Demario Davis tiene que decir sobre La obediencia y profesión pública.

A continuación, lee el siguiente mensaje de Randy Alcorn y medita en sus versículos.

Justo antes de ascender, Jesús comisionó a sus discípulos a salir y hacer discípulos, bautizar gente en el nombre de Dios triuno, y enseñarles a obedecer todos Sus mandamientos (Mateo 28:18-20). El bautismo debe ser importante para nosotros porque es importante para Jesús.

Cuando nacemos de nuevo, cada uno de nosotros somos "bautizados" por el Espíritu Santo en el Cuerpo de Cristo, que es la Iglesia: "Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, tanto judíos como griegos, tanto esclavos como libres; y a todos se nos dio fueron a beber de un mismo Espíritu" (1 Corintios 12:13 RVR95). El bautismo en agua es visible, un símbolo externo de una invisible transformación interior (Hechos 2:38).

Mi bautismo fue inolvidable. Dos años después, tuve el privilegio de llevar a mi madre a Cristo y bautizarla. Eso fue hace 45 años, pero en mi mente fue ayer. ¿Cuántas cosas recordamos bien cuatro décadas después?

El bautismo es una demostración poderosa que simboliza la muerte del creyente al pecado, el entierro (debajo del agua), y la resurección a una nueva vida en Jesús (Romanos 6:11; Colosenses 2:12). Saliendo del agua, representa la nueva vida limpia (Romanos 6:4).

Dondequiera que se proclamen las Buenas Nuevas de Cristo, los nuevos creyentes deben ser bautizados en una ceremonia gozosa. Felipe compartió el Evangelio con un funcionario etíope, quien cuando vio agua, expresó su deseo de ser bautizado (Hechos 8:35-36).

Como enfatiza Demario, el bautismo cristiano es una profesión pública de fe en Cristo. Una selección no esconde su afiliación con su nuevo equipo, más bien, se pone con orgullo la camiseta para que todos la vean. Del mismo modo decimos en el bautizo, " afirmo sin arrepentimiento mi fe en Cristo Jesús, quien aseguró mi salvación. Como su discípulo, busco sin vergüenza servirle y representarle".

En 1519, Cortés y sus barcos, desembarcaron en México, en Veracruz. Decidido a conquistar, Cortés ordenó a su tripulación a quemar sus barcos. Su mensaje no tan sutil fue: "No hay vuelta atrás". La causa de Cristo es infinitamente más noble que la de Cortés, pero Él también nos llama a no mirar atrás (Lucas 9:62). Cuando tenemos dificultades y dudas, podemos mirar atrás a nuestro bautismo como una línea trazada en la arena que dice, "Soy un seguidor de Cristo, pase lo que pase".

¿Has puesto tu fe en Jesús, y por su gracia has sido salvo? ¿Has sido bautizado? El bautismo no te salva, pero es una expresión pública poderosa de seguir a Cristo. Si tú amas a Jesús, pero no has sido bautizado, ve a tu iglesia, habla con un pastor, y pide ser bautizado en frente del cuerpo de Cristo. ¡Nunca te arrepentirás!