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SEMILLA EN EL CAMINO

Antes que nada, ora a Dios y pídele que te hable por medio de este devocional de 12 días que estás por comenzar, que te enseñe sus verdades, y que use este medio para bendecir tu vida, para que te hable y siembre en tu corazón una palabra de vida que crezca y se fortalezca con el tiempo, por medio de su Palabra.

“¡Oigan! He aquí un sembrador salió a sembrar. Y mientras sembraba, aconteció que parte de la semilla cayó junto al camino; y vinieron las aves y la devoraron" (Marcos 4:3-4).

“El sembrador siembra la palabra. Primero están estos que caen junto al camino donde se siembra la palabra. Y cuando la oyen, en seguida viene Satanás y quita la palabra que había sido sembrada en ellos” (Marcos 4:14-15).

Todos en algún momento de nuestra vida, somos atraídos por la Palabra, llega a nosotros, y en muchas ocasiones el enemigo viene como león rugiente buscando a quién devorar, y en el primer descuido con una mentira nos lleva lejos de Dios, por medio de alguna promesa falsa o un momento de felicidad efímero. El enemigo sabe con qué atraernos, sabe los pecados a los que más tenemos tendencia a caer.

1 Pedro 5:8

En una ocasión escuché que cuando estamos en un safari, el león ve el safari como un solo cuerpo y no se atreve a atacar a ese cuerpo tan grande (el safari). Pero si alguna persona saca su brazo o su cabeza por la ventana, el león se puede enfocar en esa persona y atacar. Así es el enemigo que anda como león rugiente, si sacas la cabeza o el brazo para probar algo que no es de Dios, aunque sea solo un poquito, el enemigo puede atacar y devorarte. Aunque sea algo pequeño, eso puede convertirse en algo que crece y cuesta quitar luego. Por esta razón debes permanecer dentro del safari, dentro de la comunión con Dios, dentro del cuerpo de Cristo.

Y es que uno de los propósitos de Dios para nuestras vidas es que estemos en comunión con otros cristianos. El cristiano no es para andar solo por la vida, el que piense así, no ha entendido bien el Evangelio. El seguidor de Jesús no puede andar solo por la vida.

Eclesiastés 4:9-10

Puede que estés pasando por un momento donde te has alejado muchísimo de Dios a causa de algún pecado, alguna tentación de algo pequeño que se convirtió en algo grande. Por ejemplo, puede que hoy sea una “mentira pequeña” pero mañana sea un acto de corrupción, o puede que hoy sea una fiesta, pero mañana sea un night club, u hoy sea una serie de televisión con contenido para mayores de 18 pero mañana será pornografía o fornicación. Si dejas que la semilla de un “pecadito” entre a tu vida, tienes que saber que esa semilla va a crecer y pudrir todo lo que vaya alcanzando, como una maleza en un árbol que lo pudre y seca hasta dejarlo sin vida. Muchas veces queremos minimizar los pecados para satisfacer nuestra carne, y nos justificamos de que eso no hace daño, pero esa es la forma de empezar a salir del safari, y el león rugiente lo sabe.

Te invitamos a reflexionar en la parábola del hijo pródigo, y te invitamos a regresar al primer amor, a los brazos del padre. Por más malos que hayamos sido, Él nos ama y nos está esperando con los brazos abiertos. Regresa a Él ahora, corre hacia tu Padre que está en los cielos. Si este no es tu caso, pero vino alguna persona a tu mente que sabes que está viviendo lejos de Dios, te reto a escribir su nombre en algún lugar donde esté visible para ti, y estos días que siguen ores por esa persona, para que Dios de alguna forma toque su corazón y regrese a los brazos de nuestro padre. El león rugiente podrá devorar todo lo que sea, pero no hay nada que el LEÓN DE JUDÁ no pueda restaurar, redimir y darle nueva vida.

Lucas 15:18-24

Te invitamos a escuchar "Primer Amor" de TODOS PARA UNO y reflexionar sobre lo que acabas de leer.

VERSÍCULO PARA MEMORIZAR

“Practiquen el dominio propio y manténganse alerta. Su enemigo el diablo ronda como león rugiente, buscando a quién devorar" (1 Pedro 5:8).