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EL FRUTO: BONDAD Y AMABILIDAD
Antes que nada, ora a Dios y pídele que te hable por medio de este devocional, que te enseñe sus verdades, y que use este medio para bendecir tu vida, para que te hable y siembre en tu corazón una palabra de vida que va a crecer y fortalecerse con el tiempo por medio de su palabra.
“Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley” ( (Gálatas 5:22-23).
BONDAD
Marcos 10:18
Partiendo de esto, no somos buenos por nuestros propios méritos, sólo por la obra de Cristo en nosotros. Mientras más entendemos la necesidad de la presencia de Dios en nuestra vida y de su obra en nuestros corazones, más creceremos en la bondad hacia los demás. Cuando entendemos todo lo bueno que Dios hace por cada uno de nosotros, nuestro corazón anhela hacer cosas buenas por los demás. No somos buenos, pero por la gracia de Dios por medio de la obra de Jesús en la cruz, somos llamados a realizar buenas obras en su nombre.
Podemos pensar en muchos actos de bondad, como llevar alimento a los necesitados, darle abrigo a los que no lo tienen, pero el mayor acto de bondad que hay, es el llevar el mensaje de salvación a cada persona que conozcamos.
Santiago 4:17
La palabra es muy clara, y muchas ocasiones omitimos esto. El mayor bien que puedes hacer por alguien es presentarle las buenas nuevas de Jesús. No hay mayor alimento, ni mayor abrigo para la vida, que conocer estas verdades. No dejemos que nos detenga nada para hacer un acto de bondad. Como discípulos de Jesús, nuestro compromiso está en hacer buenas obras.
Tito 2:14
Toda actitud de maldad debe ser desechada. Toda envidia, toda calumnia, que hay en nuestro corazón contra alguna persona. Oremos a Dios para que la saque de nosotros y podamos perdonar. Seamos bondadosos y compasivos, de modo que vean a Jesús en nosotros.
Efesios 4:32
Si nosotros, siendo tan infieles y pecadores, somos perdonados por medio de la obra de Cristo, por qué vamos a caer en guardar rencores y resentimientos contra otras personas por pequeñeces. Es que, si lo comparamos con lo que hemos hecho en contra de Dios, en contra de Jesús (su Hijo) y en contra de su Espíritu Santo, son pequeñeces. Perdonarnos unos a otros, así como nosotros somos perdonados por Dios, por medio de la obra de Cristo. El tiempo de la gracia es ahora, el año agradable del Señor, el tiempo donde todas nuestras deudas, pecados y errores son perdonados por Dios. Es la gracia de Dios que redime. Nuestros actos de bondad son una parte natural de ser hijos de Dios.
BENIGNIDAD O AMABILIDAD
Al reconocer cuán grande ha sido la amabilidad de Dios con cada uno de nosotros, así debe crecer la nuestra con los demás. Dios no nos trata conforme a nuestros errores y pecados, por el contrario, siguió mostrándonos su amor de forma amable, paciente y misericordiosa.
Es así como Dios desea transformar tu relación con los demás. Él quiere ayudarte a ser más amable, más sensible a las necesidades de las personas. Empezar a ver a las personas como las mira Dios, con un amor inmenso y una amabilidad intachable. Y la mejor forma de mostrar esta amabilidad es imitando a Jesús, enseñando a Jesús con nuestra forma de actuar y mostrar a Jesús en lo que hablamos.
2 Timoteo 2:24-25
Estamos llamados a enseñar y discipular. Y qué mejor forma de hacerlo con amabilidad, de forma humilde, y como dice este pasaje, teniendo la esperanza de que Dios les conceda el arrepentimiento de sus pecados para conocer la verdad.
He visto cristianos en muchas ocasiones enseñando sin benignidad, imponiendo la verdad de Dios, tirando piedras para “convencer a las personas al arrepentimiento”. Pero al hacerlo sin siquiera una pizca de amabilidad, provoca en muchas personas abstenerse de escucharla y rechazarla.
No quiero que se malinterprete, soy fiel defensor de que la palabra se debe enseñar y esparcir a todo rincón, que debe ser enseñada a todas las personas sin ser tergiversada para que sea “linda” a los oídos de las personas. Por el contrario, la palabra debe ser enseñada tal y como es, amorosa pero justa, amable pero desafiante. Sin embargo, tenemos que entender nuestra función en la tarea que Dios nos dio. Estamos llamados a llevar las buenas nuevas a todas las naciones, pero nosotros no convencemos el espíritu de nadie al arrepentimiento. Esto lo hace Dios a través de su Espíritu Santo, quien trabaja por medio de nosotros.
Nosotros somos emisarios de un mensaje, debemos llevarlo a todo lugar, el que trabaja los corazones y da crecimiento espiritual es Dios. Solo debemos llevar este mensaje, con la misma amabilidad con la que el primer emisario nos lo dio a nosotros. Ese primer emisario fue: Jesús.
Filipenses 4:5
Te invitamos a escuchar "Está Cerca" de TODOS PAR A UNO y reflexionar sobre lo que acabas de leer.
VERSÍCULO PARA MEMORIZAR
“Y un siervo del Señor no debe andar peleando; más bien, debe ser amable con todos, capaz de enseñar y no propenso a irritarse. Así, humildemente, debe corregir a los adversarios, con la esperanza de que Dios les conceda el arrepentimiento para conocer la verdad" (2 Timoteo 2:24-25).
Acerca de este Plan
Únete a este devocional de 12 días para impulsar tu crecimiento espiritual. Explora temas como fe, arrepentimiento y el Fruto del Espíritu con reflexiones dinámicas. Descubre la conexión entre la música de TODOS PARA UNO y la Palabra de Dios. ¡Sumérgete y transforma tu vida hoy!
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Nos gustaría agradecer a TODOS PARA UNO por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://linktr.ee/todospara.uno