Logo de YouVersion
Ícono Búsqueda

El Orden Correcto De Nuestros AmoresMuestra

El Orden Correcto De Nuestros Amores

DÍA 1 DE 3

El corazón y los ídolos...

Cada vez que este asunto resurge en mi mente, evoca un recuerdo imborrable... Hace muchos años, unos amigos tenían una madre catequista que se entregaba en visitar enfermos, ancianos desamparados, hogares de madres desesperadas por sus hijos atrapados en las drogas, entre otros. Por su fe católica, la llamábamos "La Idolatra de la Virgen María". En cierta ocasión, estábamos orando, despojando cualquier poder maligno de una imponente estatua de la virgen que ella tenía en su comedor. Sin embargo, un día, sin que nadie moviera el mueble... ¡se desplomó! El escándalo que siguió fue inolvidable.

Los evangélicos habían ganado, la adoradora de ídolos había sido derrotada. (Entiéndase la ironía) Pero esta semana, a través de un texto que devoraba, el Señor habló a mi corazón y me dijo: "También tú adoras otros ídolos".

Hablemos honestamente estos 3 días, y veamos como desentrañar nuestros propios ídolos internos del corazón y cómo alcanzar sanidad y liberación de ellos.

El orden correcto de nuestros amores es una idea propuesta por San Agustín de Hipona, uno de los padres de la Iglesia. Él describe el amor en dos términos cruciales:

  • Charitas: que representa la caridad, esencialmente la virtud de amar a Dios y al prójimo de forma desinteresada.
  • Cupiditas: representa el deseo, la codicia, básicamente el amor hacia las cosas del mundo. Es la antítesis de Charitas.

San Agustín sostiene que todo amor nacido del alma se dirige en estas dos direcciones, o es un amor Charitas o es un amor Cupiditas. El problema surge cuando no se respeta el orden adecuado de estos amores. La consecuencia de esta falta de orden es la desdicha y la infelicidad humana, tan visibles en los rostros de las personas hoy en día.

Todo amor dirigido hacia las cosas temporales, todo amor Cupiditas, nos condena a la más espantosa de las miserias, pues todo bien físico o temporal que poseamos, tarde o temprano desaparece.

Por eso, San Agustín afirmaba que solo el amor Charitas, el amor hacia Dios y hacia las personas (dado por Dios), es lo único que puede garantizarnos la felicidad eterna, pues es un bien que jamás podemos perder. Dios es nuestro BIEN ETERNO.

La clave de la vida humana, entonces, no es si debemos amar o no, sino QUÉ debemos amar. Un amor erróneo puede conducir a la mayor de las miserias y desgracias, convirtiendo la felicidad en una meta inalcanzable. Por esta razón, San Agustín de Hipona advierte que debemos tener extrema precaución al elegir nuestro objeto de amor.

El orden correcto de nuestros afectos debería ser: amar primero a Dios, luego al prójimo y a nosotros mismos, y finalmente al cuerpo, es decir, amor por los placeres temporales. No es que los bienes y placeres temporales que experimentamos en la vida y amamos no tengan valor, sino que poseen un valor relativo. Los bienes y placeres temporales deben estar subordinados al alma, y nuestra alma debe estar sometida a Dios.

¿Qué ídolos podrían estar presentes en nuestro día a día, obstaculizando nuestro camino hacia una felicidad perdurable?

Escrituras

Día 2

Acerca de este Plan

El Orden Correcto De Nuestros Amores

¿Sabes cuál es el verdadero camino hacia la felicidad duradera? Explora cómo nuestras pasiones pueden convertirse en ídolos que nos esclavizan. Identifica ídolos modernos como éxito, imagen o control, y aprende a liberarte. Encuentra felicidad y propósito en Cristo para transformar tu perspectiva espiritual y descubrir el orden correcto de nuestros amores.

More

Nos gustaría agradecer a Pastor Jonatan López por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.instagram.com/jonatanlopez._