AislamientoMuestra
El día de hoy reflexionaremos acerca de la unidad con Dios. El ser humano fue creado para tener una relación y cercanía con Dios, sin embargo, el pecado aísla al hombre de la presencia de Dios. Cuando conocemos a Jesús, viene una reconciliación entre el hombre y Dios y entonces, podemos gozar de la unidad con Él.
Él mismo menciona que nadie puede estar separado de él, pues Dios quiere que vivamos en unidad con él. De igual manera, como cuerpo de Cristo, Dios desea que haya unidad unos con otros, entrelazados. Si un miembro se aleja o aísla, primeramente corre el peligro, como el pámpano, de secarse, pero también de perderse. Si usted ha notado distanciamiento o aislamiento de algún miembro acérquese e intente hacerle ver lo que sucede; es necesario buscar que permanezca unido.
No se arriesgue a separarse de la vid que es Jesucristo, permanezca pegado y cercano a Él. En cuanto al cuerpo, manténgase unido a pesar de las circunstancias y de las diferencias, pues tenemos un mismo Dios y Padre y solo así, daremos a conocer al mundo que somos hijos de Dios.
Oración: Señor Jesús, gracias por tu sacrificio que me ha injertado en la vid verdadera, ayúdame cada día a permanecer pegado a ti, siendo cercano a ti. De igual manera te doy gracias por la iglesia que es el cuerpo de Cristo, ayúdanos a permanecer unidos unos con otros a pesar de las diferencias lo que nos une es tu amor, tu palabra, un solo bautizo, un solo Espíritu Santo, un solo Señor y Salvador.
Acerca de este Plan
Dios nos creó como seres sociales, él quiere que vivamos en unidad primeramente con Jesús y también con las personas que ha puesto en nuestra vida para bendición. A través de este devocional, entenderemos los riesgos de aislarnos de la familia, la iglesia e incluso de Dios, así como la importancia de vivir en unidad.
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Nos gustaría agradecer a Amistad del Sur por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://amistaddelsur.org/