La gloria de la casa

El Señor termina diciéndole al pueblo: "Esfuércense, cobren ánimo y pónganse a trabajar" y les promete que si lo hacen pasará lo siguiente:

• Su Espíritu estaría con ellos.
• Llenaría la casa con su gloria.
• Traería paz a ese lugar.

¿No son esas tres cosas las que todos deseamos? Pues la forma de conseguir la promesa de Dios, es siendo templos santos y agradables para Él. Ser un templo agradable para Dios no es cuestión de un día, es un proceso de todos los días. Con cada lectura de su Palabra, cada día que nos congregamos, cada día que oramos, cada uno de esos momentos nos hacen crecer y ser cada día más parecidos a Jesús (quien es nuestro modelo a seguir).

Te invitamos a ser templo del Espíritu Santo y construir las bases sólidas para que su presencia esté en ti todos los días, si lo tienes a bien, haz esta oración con nosotros:

Amado Padre Celestial, en el nombre de tu hijo Jesucristo, te pido perdón por haber descuidado mi relación contigo. Sé que he estado viviendo cómodamente, sin construir tu templo en mí. He sentido las consecuencias de esto, al ver que no avanzo, que no crezco, al sentirme solo muchas veces. Hoy vengo a ti, traigo mi corazón como ofrenda y te pido la fuerza necesaria para comenzar a orar más, leer tu palabra, congregarme y actuar conforme te agrada; por tu gracia cumple tu propósito en mí. Gracias por tu misericordia y ayuda. Amén.

Si este mensaje ha sido de bendición para tu vida o quieres que oremos por ti, por favor escríbenos a la dirección social.bautistapz@gmail.com

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