En El Nombre De JesúsMuestra

“MÁS DE TI, MENOS DE MÍ”

“Menguar”, “disminuir”, “buscar ser menos importantes” con el único propósito de que Jesús sea exaltado. Eso, es contracultura, en muchas sociedades se determina como “éxito” que tengas un “nombre”, alguien a quien muchos reconozcan por su labor.

Sin embargo, hubo un hombre llamado Juan el Bautista que decidió ser una voz que clamó en el desierto, ¡preparen el camino a través del desierto para el Señor! Juan no buscó que su propio nombre fuera exaltado o hacer un camino para sí mismo.

Juan decidió dedicar su vida para hablar sobre Aquel que habría de venir, para que la mayor cantidad de personas se prepararan para la llegada del Salvador y además reconocía que resultaba un honor menguar por Él: Jesús.

“En una boda, el que se casa es el novio, y el mejor amigo del novio se llena de alegría con sólo escuchar su voz. Así de alegre estoy ahora, porque el Mesías está aquí. Él debe tener cada vez más importancia, y yo tenerla menos” (Juan 3:29-30).

Juan sabía que teniendo delante al Señor, no importa nada hacerse de una reputación admirada por este mundo, que era mejor la aprobación y la amistad estrecha con Jesús que cualquier otra recompensa en la tierra.

Juan el Bautista tomó una decisión de enfoque para su vida y nosotros también debemos hacerlo: Podemos ser aquella voz que hoy clama para obtener reconocimiento de hombres y una recompensa para nosotros o podemos ser la voz que clama para que todos esperemos con alegría la llegada del Señor.

Solo podemos ser uno, porque solo hay un camino y es Jesús. Es un reto, una misión diaria, pero con su gracia y por su Espíritu en nosotros será posible honrarle de esa manera.