Con amor eterno

El amor de Dios para con nosotros es tremendamente grande. Es tan grande que no podría caber en nuestra mente humana lo bueno y misericordioso que es Él con nosotros.

¿Piensas que Dios está en su trono esperando que te equivoques para juzgarte? Definitivamente no es así.

Dios, el Creador es para nosotros un buen Padre y como tal, nos cuida, nos protege, nos alimenta, nos perdona y hace todo lo posible porque estemos bien. La Biblia nos enseña que, si humanamente sabemos dar cosas buenas a aquellos que amamos, cuánto más el Padre que nos ama con amor eterno.

El amor de Dios es tan grande para con nosotros que ha extendido su misericordia, es decir la ha hecho crecer tanto como para cubrir nuestra multitud de pecados. Su amor es tan grande, que Jesús, su único hijo, vino a esta tierra a vivir como hombre, viviendo sin cometer pecado para luego morir en la cruz, venciendo la muerte y el pecado para siempre.

No hay nada en este mundo que podamos hacer para merecer su gracia y su misericordia. No hay una forma humana de alcanzar la salvación, somos salvos solo porque Él así lo quiso. Somos salvos solo porque Él nos amó primero. Somos salvos porque Jesús dio su vida por nosotros.

Toma un momento para dar gracias al Padre y a Jesús por su amor eterno con nosotros.

No te pierdas el siguiente día de este plan, donde veremos qué son las cuerdas de amor.