El Camino Del AdoradorMuestra

El ser humano, por naturaleza, busca a quien adorar, idolatrar, o sencillamente, como vemos hoy en día, "seguir" en las redes. ¿Con qué fin? Con el fin, quizás, de admirar, aprender o sencillamente conocer para poder aplicar en su vida.

En pleno siglo XXI, podemos ver que hemos avanzado en muchas cosas; por ejemplo, carros eléctricos, internet, la impresión digital, la facilidad de viajar por todo el mundo, los avances en la medicina, los Airbnb y muchas cosas más que quizás antes ni se nos ocurriría que pudieran llegar a existir.

Pero a pesar de esto, veo que hay algo que existe todavía y que se sostiene a pesar de los avances del tiempo, y que aún hoy sigue vigente en algunos países: las monarquías. Países dirigidos por un monarca, quien a su vez es el jefe mayor del estado y quien gobierna de por vida. Solo en Europa, por ejemplo, hay más de 10 monarcas o reyes, y la lista sigue hasta llegar, según mis investigaciones, a 30 países alrededor del mundo.

Y aunque nos parezca increíble, muchas de las personas que viven en estos países "adoran" a estos reyes como su figura principal, no solo en su país, sino también en su corazón.

Ahora, quiero hacerte una pregunta: ¿Tú has tenido la oportunidad de estar frente a un rey? ¿A un rey de estos países?

Bueno, yo tuve la oportunidad de estar a pocos metros, 2 o 3 metros, del rey de Suecia. Cuando estuve estudiando en ese país, él llegó de visita a la universidad, y vi cómo, especialmente las personas nacidas allí, le hacían mucha reverencia. En pleno siglo XXI, los jóvenes hasta casi se le arrodillaban, y la gente se sentía súper emocionada por tener la oportunidad de tener al rey cerca. Y uno, como extranjero, sentía la necesidad de verlo. El solo hecho de saber que uno está frente a un rey le generaba a uno el deseo de admirar y reverenciar.

Pero, ¿sabes?, nosotros también tenemos un Rey. La Biblia enseña que Él es el Rey de Reyes y Señor de Señores. Él está por encima de todos los reinos y reyes de la tierra, y Su dominio llena el universo. Y a este Rey es a quien debemos dar nuestra adoración. Así que, durante estos días, te invito a que miremos cómo podemos adorarlo, cómo podemos rendir nuestro corazón, para que Él sea quien lo gobierne.

"...Pero se acerca la hora, y ha llegado ya, en que los verdaderos adoradores rendirán culto al Padre en espíritu y en verdad, porque así quiere el Padre que sean los que le adoren. Dios es espíritu, y quienes lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad" (Juan 4:23-24).