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Biblia Reina Valera 1960

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 <div class="chapter ch9" data-usfm="2KI.9">
 <div class="label">9</div><div class="s">Jeh&#250; es ungido rey de Israel</div><div class="p"> 1Entonces el profeta Eliseo llam&#243; a uno de los hijos de los profetas, y le dijo: Ci&#241;e tus lomos, y toma esta redoma de aceite en tu mano, y ve a Ramot de Galaad. 2Cuando llegues all&#225;, ver&#225;s all&#237; a Jeh&#250; hijo de Josafat hijo de Nimsi; y entrando, haz que se levante de entre sus hermanos, y ll&#233;valo a la c&#225;mara. 3Toma luego la redoma de aceite, y derr&#225;mala sobre su cabeza y di: As&#237; dijo Jehov&#225;: Yo te he ungido por rey sobre Israel. Y abriendo la puerta, echa a huir, y no esperes.</div><div class="p"> 4Fue, pues, el joven, el profeta, a Ramot de Galaad. 5Cuando &#233;l entr&#243;, he aqu&#237; los pr&#237;ncipes del ej&#233;rcito que estaban sentados. Y &#233;l dijo: Pr&#237;ncipe, una palabra tengo que decirte. Jeh&#250; dijo: &#191;A cu&#225;l de todos nosotros? Y &#233;l dijo: A ti, pr&#237;ncipe. 6Y &#233;l se levant&#243;, y entr&#243; en casa; y el otro derram&#243; el aceite sobre su cabeza, y le dijo: As&#237; dijo Jehov&#225; Dios de Israel: Yo te he ungido por rey sobre Israel, pueblo de Jehov&#225;.#1 R. 19.16. 7Herir&#225;s la casa de Acab tu se&#241;or, para que yo vengue la sangre de mis siervos los profetas, y la sangre de todos los siervos de Jehov&#225;, de la mano de Jezabel. 8Y perecer&#225; toda la casa de Acab, y destruir&#233; de Acab todo var&#243;n, as&#237; al siervo como al libre en Israel. 9Y yo pondr&#233; la casa de Acab como la casa de Jeroboam hijo de Nabat, y como la casa de Baasa hijo de Ah&#237;as. 10Y a Jezabel la comer&#225;n los perros en el campo de Jezreel,#1 R. 21.23. y no habr&#225; quien la sepulte. En seguida abri&#243; la puerta, y ech&#243; a huir.</div><div class="p"> 11Despu&#233;s sali&#243; Jeh&#250; a los siervos de su se&#241;or, y le dijeron: &#191;Hay paz? &#191;Para qu&#233; vino a ti aquel loco? Y &#233;l les dijo: Vosotros conoc&#233;is al hombre y sus palabras. 12Ellos dijeron: Mentira; decl&#225;ranoslo ahora. Y &#233;l dijo: As&#237; y as&#237; me habl&#243;, diciendo: As&#237; ha dicho Jehov&#225;: Yo te he ungido por rey sobre Israel. 13Entonces cada uno tom&#243; apresuradamente su manto, y lo puso debajo de Jeh&#250; en un trono alto, y tocaron corneta, y dijeron: Jeh&#250; es rey.</div><div class="s">Jeh&#250; mata a Joram</div><div class="p"> 14As&#237; conspir&#243; Jeh&#250; hijo de Josafat, hijo de Nimsi, contra Joram. (Estaba entonces Joram guardando a Ramot de Galaad con todo Israel, por causa de Hazael rey de Siria; 15pero se hab&#237;a vuelto el rey Joram a Jezreel, para curarse de las heridas que los sirios le hab&#237;an hecho, peleando contra Hazael rey de Siria.) Y Jeh&#250; dijo: Si es vuestra voluntad, ninguno escape de la ciudad, para ir a dar las nuevas en Jezreel. 16Entonces Jeh&#250; cabalg&#243; y fue a Jezreel, porque Joram estaba all&#237; enfermo. Tambi&#233;n estaba Ocoz&#237;as rey de Jud&#225;, que hab&#237;a descendido a visitar a Joram.</div><div class="p"> 17Y el atalaya que estaba en la torre de Jezreel vio la tropa de Jeh&#250; que ven&#237;a, y dijo: Veo una tropa. Y Joram dijo: Ordena a un jinete que vaya a reconocerlos, y les diga: &#191;Hay paz? 18Fue, pues, el jinete a reconocerlos, y dijo: El rey dice as&#237;: &#191;Hay paz? Y Jeh&#250; le dijo: &#191;Qu&#233; tienes t&#250; que ver con la paz? Vu&#233;lvete conmigo. El atalaya dio luego aviso, diciendo: El mensajero lleg&#243; hasta ellos, y no vuelve. 19Entonces envi&#243; otro jinete, el cual llegando a ellos, dijo: El rey dice as&#237;: &#191;Hay paz? Y Jeh&#250; respondi&#243;: &#191;Qu&#233; tienes t&#250; que ver con la paz? Vu&#233;lvete conmigo. 20El atalaya volvi&#243; a decir: Tambi&#233;n este lleg&#243; a ellos y no vuelve; y el marchar del que viene es como el marchar de Jeh&#250; hijo de Nimsi, porque viene impetuosamente.</div><div class="p"> 21Entonces Joram dijo: Unce el carro. Y cuando estaba uncido su carro, salieron Joram rey de Israel y Ocoz&#237;as rey de Jud&#225;, cada uno en su carro, y salieron a encontrar a Jeh&#250;, al cual hallaron en la heredad de Nabot de Jezreel. 22Cuando vio Joram a Jeh&#250;, dijo: &#191;Hay paz, Jeh&#250;? Y &#233;l respondi&#243;: &#191;Qu&#233; paz, con las fornicaciones de Jezabel tu madre, y sus muchas hechicer&#237;as? 23Entonces Joram volvi&#243; las riendas y huy&#243;, y dijo a Ocoz&#237;as: &#161;Traici&#243;n, Ocoz&#237;as! 24Pero Jeh&#250; entes&#243; su arco, e hiri&#243; a Joram entre las espaldas; y la saeta sali&#243; por su coraz&#243;n, y &#233;l cay&#243; en su carro. 25Dijo luego Jeh&#250; a Bidcar su capit&#225;n: T&#243;malo, y &#233;chalo a un extremo de la heredad de Nabot de Jezreel. Acu&#233;rdate que cuando t&#250; y yo &#237;bamos juntos con la gente de Acab su padre, Jehov&#225; pronunci&#243; esta sentencia sobre &#233;l, diciendo: 26Que yo he visto ayer la sangre de Nabot, y la sangre de sus hijos, dijo Jehov&#225;; y te dar&#233; la paga en esta heredad, dijo Jehov&#225;.#1 R. 21.19. T&#243;malo pues, ahora, y &#233;chalo en la heredad de Nabot, conforme a la palabra de Jehov&#225;.</div><div class="s">Jeh&#250; mata a Ocoz&#237;as</div><div class="r">(2 Cr. 22.7-9)</div><div class="p"> 27Viendo esto Ocoz&#237;as rey de Jud&#225;, huy&#243; por el camino de la casa del huerto. Y lo sigui&#243; Jeh&#250;, diciendo: Herid tambi&#233;n a este en el carro. Y le hirieron a la subida de Gur, junto a Ibleam. Y Ocoz&#237;as huy&#243; a Meguido, pero muri&#243; all&#237;. 28Y sus siervos le llevaron en un carro a Jerusal&#233;n, y all&#225; le sepultaron con sus padres, en su sepulcro en la ciudad de David.</div><div class="p"> 29En el und&#233;cimo a&#241;o de Joram hijo de Acab, comenz&#243; a reinar Ocoz&#237;as sobre Jud&#225;.</div><div class="s">Muerte de Jezabel</div><div class="p"> 30Vino despu&#233;s Jeh&#250; a Jezreel; y cuando Jezabel lo oy&#243;, se pint&#243; los ojos con antimonio, y atavi&#243; su cabeza, y se asom&#243; a una ventana. 31Y cuando entraba Jeh&#250; por la puerta, ella dijo: &#191;Sucedi&#243; bien a Zimri, que mat&#243; a su se&#241;or? 32Alzando &#233;l entonces su rostro hacia la ventana, dijo: &#191;Qui&#233;n est&#225; conmigo? &#191;qui&#233;n? Y se inclinaron hacia &#233;l dos o tres eunucos. 33Y &#233;l les dijo: Echadla abajo. Y ellos la echaron; y parte de su sangre salpic&#243; en la pared, y en los caballos; y &#233;l la atropell&#243;. 34Entr&#243; luego, y despu&#233;s que comi&#243; y bebi&#243;, dijo: Id ahora a ver a aquella maldita, y sepultadla, pues es hija de rey. 35Pero cuando fueron para sepultarla, no hallaron de ella m&#225;s que la calavera, y los pies, y las palmas de las manos. 36Y volvieron, y se lo dijeron. Y &#233;l dijo: Esta es la palabra de Dios, la cual &#233;l habl&#243; por medio de su siervo El&#237;as tisbita, diciendo: En la heredad de Jezreel comer&#225;n los perros las carnes de Jezabel,#1 R. 21.23. 37y el cuerpo de Jezabel ser&#225; como esti&#233;rcol sobre la faz de la tierra en la heredad de Jezreel, de manera que nadie pueda decir: Esta es Jezabel.</div>
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Texto bíblico Reina-Valera 1960® © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Derechos renovados 1988, Sociedades Bíblicas Unidas.

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